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sábado, 4 de octubre de 2008

Una calabaza de 45 kilos

(Juan Carlos y su hija, Ramón y Torcuato).

Diario Palmeriano.
El día 20 de septiembre 2008.
A eso de las 11 de la mañana pasaba por Guadix, desde la autovía A-92 se veía el terreno troglodita y las tierras color tejas sedimentarias, sembrado de paisaje casi lunar. Cerca se ven las montañas de Sierra Nevada. Pasada la rambla del Fardes y la localidad de Purullena, vi el cartel de Lopera, he inmediatamente me vino a la cabeza el frente de la guerra civil que por aquí hubo, y entré a la aldea, más que pueblo, el sol daba de lleno en la chimeneas de unas casas cuevas en la ladera derecha. La luz tiene unas sombras azulonas, todo brilla con otra fuerza, con pinceles de cuadros impresionistas. Al llegar de la iglesia paré a la altura de un vecino del pueblo vestido con un jersey anaranjado, le pregunté por el Ayuntamiento "no aquí no hay Ayuntamiento", me respondió. Me presenté como historiador, y le pregunté si sabía por donde estuvo las trinchera de la guerra civil, me dijo que él no era del pueblo y que no sabía nada de las trincheras, no obstante, amablemente trató de satisfacer mi curiosidad preguntando a un veterano vecino que nos dijo que la trinchera estuvieron por el puerto de La Mora. Evidentemente no era el Lopera que yo buscaba, y el vecino del jersey anaranjado, me recordó que existe otro Lopera en Jaén. Caí en la cuenta que evidentemente el Lopera que buscaba era el de Jaén, donde posiblemente estuvo Miguel Hernández en el 37. Ante la evidencia decidí darme la vuelta y salir del pueblo. Hicimos cierta amistad, el vecino del jersey anaranjado se llama Juan Carlos, y tiene una casa cueva que alquila, y, cambiamos tarjetas de visitas, él medio la suya: www. casacuevalopera.es

Cuando ya salía de regreso para tomar otra vez la autovía, me llamó Juan Carlos para preguntarme si quería ver una calabaza de cerca de 45 kilo que había cultivado un vecino. Desistí de mi marcha y regresé con él. Por el camino fui presentado a un vecino con cayado, y cuando me presenté como un forastero, me contestó que allí nadie era forastero. Evidentemente, aquel lugar era especial, suponía regresar en el tiempo, a los años de mi infancia y juventud en Frigiliana, por los 60, en aquellas vacaciones donde me dedicaba a las labores agrícolas familiares. Era regresar a mi Arcadia soñada. En uno minutos sentí aceptado y totalmente integrado, ¡qué gente tan hospitalaria!
Caminamos unos metros y entramos en un pequeño cobertizo o almacén donde se amontonaban pequeños melones verderones para los cerdos, sandías, calabazas y una, enorme, gigante, jamás había visto una como ésta, el propiedad de la calabaza gigante se llama Torcuato, inmediatamente me recordó al único Tortucato que conozco, a Torcuato Luca de Tena. Al preguntarle por el apellido me sorprendió conocer que tenía mi mismo apellido: Fernández. Un Fernández que viene de los repobladores del Reino de Granada. Supe San Torcuato es el patrón de Guadix.
Estaba asombrado del calabazón anaranjado, me dijo la especie que era, pero ahroa no recuerdo su clase, pregunté qué le había echado a la calabaza, si procedía una semilla especial, dijo que no, sino que la tierra era muy buena y solamente había echarle estiércol y mucho riego. Por allí abajo, en la vega, pasa un riachuelo, se ve el verde misterioso y el choperal que ya amarillea. Lopera es una especie de aldea-paraíso, tranquilo y buena gente. Luego llegó la mujer de Juan Carlos con lo niños, me dijo que ella se llama Amor y es de Triana, de Sevilla, aunque trabaja en Granada. Un niño llegó con un cubo de agua y dentro una rana grande que parecía un sapo.
José Carlos heredó una casa cueva y la tiene preparada para alquilar aprovechando el turismo rural. Desde luego que para descansar no hay otro lugar mejor.
Tortucato Fernández es de la quinta del 49, hizo la mili en Huesca en la frontera, “hacía tanto frío que las mantas se quedaban tiesas”. Es un hombre campechano de tez blanca, cristiano viejo, de los repobladores, con el mismo color de piel que tenía mi abuelo Emilio.
Nos hicimos fotos. Y yo salí otra vez para la autovía dirección Granada-Málaga.

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