EFE. PARÍS El Papa Benedicto XVI hizo ayer en París un llamamiento a la sociedad para que "huya" de los ídolos y denunció que la codicia insaciable es una idolatría y el amor al dinero "la raíz de todos los males". Reiteró que la razón no está en contradicción con la fe, pero advirtió de que lo que "desencamina" a la persona de esa perspectiva es el culto a los ídolos, "y la razón misma puede fabricarlos".El Pontífice hizo este llamamiento en la homilía de la misa que celebró en la explanada de los Inválidos de la capital francesa, a la que asistieron más de 250.000 personas, de ellas miles de jóvenes. Entre las personalidades instaladas frente a la tribuna papal estaban el primer ministro francés, François Fillon, y su esposa, los líderes de las dos cámaras del Parlamento, varios miembros del Gobierno y la ex Primera Dama Bernadette Chirac.
Benedicto XVI, quien inició hace ya unos días su primera visita papal a Francia, se ha ganado ya la simpatía de muchos católicos del país con su perfecto dominio del francés y su forma directa de abordar temas como la laicidad del Estado, abogando junto con el presidente galo, Nicolás Sarkozy, por una "laicidad positiva".
Por otro lado, Benedicto XVI llegó en la tarde de ayer a Lourdes, en el suroeste de Francia, para su primera visita papal a este santuario, que estará marcada por la celebración del 150 aniversario de las apariciones de la Virgen. El Obispo de Roma, que permanecerá en Lourdes hasta mañana, recorrió nada más llegar al santuario las tres primeras etapas del camino del Jubileo y visitó la iglesia del Sagrado Corazón, donde le recibió el abad Bernard Saintvoirin. En esta iglesia estuvo en la capilla del Santo Sacramento y la pila en la que fue bautizada Bernadette Soubirous, la niña a la que hace 150 años se le apareció la Virgen María.