No se contempla, de momento, ninguna maniobra de asalto, pero la llegada esta noche o la próxima madrugada de la fragata «Méndez Núñez» a la costa somalí, donde el pasado domingo un grupo de diez piratas secuestró el atunero «Playa de Bakio» con 26 tripulantes a bordo (13 españoles, cinco vascos y ocho gallegos, y 13 extranjeros), puede dar un giro a la resolución final del conflicto. La presencia de este buque de guerra introduce un elemento disuasorio para los piratas, que se han hecho fuertes a bordo, según aseguraron a ABC fuentes militares.
Desde que se tuvo conocimiento del secuestro del barco español, el Gobierno no dudó en enviar a la zona al mejor y más moderno buque de su flota que, en esos momentos, se encontraba realizando unas maniobras militares en el Mar Rojo, dentro del Grupo de Combate de la Marina Real británica. El objetivo de este envío es doble: por un lado, dar seguridad a los tripulantes españoles que se encuentran retenidos, en el sentido de que puedan apreciar que el Gobierno español está pendiente de su situación y, por otro, intimidar a los secuestrados y hacerles ver que, en cualquier momento, se podría producir un asalto armado para la liberación de los secuestrados. De hecho, el buque español se situará cerca del grupo de piratas que mantienen retenida a la tripulación del «Playa de Bakio».
El buque español, según confirmaron a ABC estas fuentes militares, está dotado de un equipo de asalto de Infantería de Marina y equipado de un helicóptero por si fuera necesaria su intervención en una hipotética operación militar. Un asalto del que no se quiere hablar en el seno de las Fuerzas Armadas, aunque las fuentes consultadas reconocen que el caso de Francia, que liberó a los tripulantes de un yate de su bandera también secuestrado por piratas en Somalia el pasado día 4, ha creado un precedente que puede afectar a España. A pesar de contemplarse esta posibilidad, fuentes gubernamentales aseguran que la orden política es esperar a que se apuren todas las negociaciones con los piratas.
¿Si Francia actuó militarmente para liberar a sus nacionales, qué hará España si los secuestradores del atunero persisten en su intento de cobrar un rescate por la liberación de los mismos? La respuesta es compleja, ya que si España actúa como lo hizo Francia, sería la primera vez que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero resuelve militarmente un asunto de calado internacional. Precisamente, algunos analistas militares apuntaban ayer que, antes de enviar la fragata, el Gobierno debería haber dejado que el conflicto se resolviera sin la presencia militar, ya que ahora se encuentra condicionado y tendrá que adoptar algún tipo de medida.
La fragata «Méndez Núñez» está dotada del más moderno sistema de combate, denominado «Aegis», del que no dispone ningún otro buque de guerra europeo. Con una dotación de 182 personas, cuenta con un sistema de combate de máximas garantías y está armada con misiles Standard SM-2.
Mientras se espera la resolución del conflicto, por vía militar o a través de una negociación con los secuestradores, los familiares son los únicos que están aportando datos sobre la situación de la tripulación española. La mujer de Amadeo Álvarez, patrón del atunero, Angelines Mariño, mantuvo ayer una conversación telefónica «muy breve» con su marido, después de que los piratas se lo permitiesen. «Llamó por la mañana para que nos tranquilizáramos, ya que los estaban tratando bien», comentó Mariño, informa Ep. La conversación no fue más allá «porque los secuestradores no le permiten hablar mucho» tiempo.
«Auténticos comandos»
En cuanto a la situación de la tripulación, José María Arana, padre del marinero guipuzcoano Mikel Arana, aportó ayer más datos sobre las circunstancias en que se encuentran. Su hijo le ha comunicado que los secuestradores «no son unos pobres pescadores» que se habían hecho «piratas, ya que se trata de «auténticos comandos, súper profesionales, bien armados y preparados, con unas actitudes militares y con mandos». El joven, natural de Mondragón, también ha comentado que «dadas las circunstancias», los secuestradores tratan «bien» a los marineros y, aunque «les han robado cosas de los camarotes», el trato que reciben es «humano».
El padre del tripulante secuestrado señala que «les dejan circular por el barco y les permiten ir a sus camarotes y hacer sus necesidades, aunque la mayor parte del tiempo les tienen en el comedor de los marineros». Además, «hablan de su país, no como piratas en el sentido clásico de la palabra, sino un poco como si fueran un grupo de comandos militarespreparados». Respecto a la situación de su hijo, indicó que «el chaval estaba entero y bien, es fuerte, con un carácter bastante firme» e incluso le ha dado ánimos a sus progenitores. «Transmite una sensación de que él piensa salir bien de allí», confirma el padre.
Sobre el abordaje, el marinero no quiso «entrar en detalles», aunque sí recordó que se produjo de noche, les «bombardearon» el barco y, aunque no saben qué tipo de armamento utilizaron, emplearon «una especie de cohetes» que les lanzaron al puente de mando. Posteriormente, «entraron en el barco y en principio eran cuatro, pero luego subieron más», precisó María Arana.
Finalmente, aunque algunas fuentes aseguran que los tripulantes fueron bajados a tierra el domingo, ahora «el barco navega. Sabemos que la radio funciona porque de hecho nos han llamado por teléfono, tiene algún sistema de navegación, y físicamente el barco es navegable. Tendrán algún daño en el puente, pero tampoco nos han detallado los problemas que puede sufrir», manifestó.