La deriva de los continentes es un acción constante del movimiento del planeta llamado Tierra, esto demuestra una vez más que la Tierra no pertenece al hombre, que la Naturaleza no nos conoce, y que ella lleva su curso en el camino estelar de las estrellas en el Universo en movimiento y expansión y que los dioses son inventos de los hombres. Lo que ha pasado ahora en Haití, como pasó antes en Nicaragua o en otros lugares de la tierra y de los mares con sunamis y huracanes asesinos no es más que los movimientos de las placas tectónicas y su fallas o la acción climática.
Los sacerdotes, monjes, gurús y demás religiosos creen aún en los castigos divinos, como si Dios no tuviera más que hacer que castigar los hombres por sus pecados. Seamos realistas y entendamos de una vez por todas que los dioses son invento de los hombres en su desesperación en buscar respuestas a la preguntas existencialistas. Que las gentes en su ignorancia y en su desesperación busca siempre culpables. Ningún ente divino tiene la culpa de los desastres naturales, la Tierra sigue su juego vital en la deriva de los continente por millones de años, y esto será así incluso después de que el hombre desaparezca sobre la faz de la Tierra por uno, dos o diez millones de años que, sin duda, es para la Tierra lo que dura una cerilla encendida en nuestras manos.
Así que lo único que cabe es acondicionar nuestras cuevas-viviendas-panales en mejores condiciones de estabilidad ante terremotos, prevenir, preparar y disponer de medios rápidos de actuación y ayudas para quienes les toque la mala fortuna del azar.
Palmeral
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sábado, 16 de enero de 2010
El terremoto de HAITÍ
Las Américas más pobres bajo yugo divino en poder de naturaleza
"Dios castiga y no da voces": escuché en multitud de ocasiones, aunque esto de las catástrofes de la naturaleza que asolan ciudades y exterminan a millares de seres humanos va más allá de cualquier comprensión humana…
Los seres caritativos de distintas creencias e ideologías solemos vanagloriarnos e incluso congratularnos, a título personal, de las fortunas y de las bienaventuranzas que individualmente recibimos y asemejamos a los cielos. Para la buena nueva designamos, en titularidad, a la justicia divina y a la inapelable voluntad del Creador. En la misma semejanza, también le agradecemos el don divino que recibimos, aunque no traspase el umbral de la fortuna individual, sectorial o partidista: en fracción de la propia sociedad terrenal. En consecuencia, vivimos y morimos por designios de la propia acción de la naturaleza; acción que de vez en cuando se desboca y poquito a poco, aunque en masa, destruye la debilidad de la pobreza, con valor de ventolera. Aunque nosotros, los terrenales, lo adjudicamos a la divinidad que, por el contrario, también podría regir en amor y gloria de hermandad para guiar hasta el paraíso a la propia humanidad...
Sin embargo, ella misma, la divinidad, pudiera crearnos la injusticia, la penuria, la desigualdad social y la espiritual; en manos o designios de quien consideramos justo, guía y señor de los necesitados de protección: el Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, a saber... No obstante, los ya marginados por el hombre y por el hambre, y por la Patria y por la Tierra de Haití, en Puerto Príncipe y otros centenares de sitios terrenales, hoy lloran sin consuelo. Los haitíes han sido ultrajados, avasallados y exterminados por la propia acción de la naturaleza, divina y no humana, y lloran, o ya sin lágrimas callan de pena, de dolor y angustia… Pese a ello, sería de presentir que ellos, los afectados, pudieran no pensar lo mismo que otros privilegiados, en lo celestial y en lo terrestre, que disfrutan de la vida y de la economía sectorial. Diferencia que presuntamente les llevaría a presentimiento de protección desigual… Y en consecuencia, a guarecerse de los castigos divinos que presuntamente mandaría el Dios Todopoderoso sobre la tierra, para castigar a los infieles, opresores y tiranos de su reino…
La miseria, en cambio, abre el paraguas de las turbas marginadas y las grandes catástrofes se acaparan sobre cuerpo y alma de los más vulnerables: “los santos inocentes”, los que no disfrutan de riqueza individual; tan distantes de los evangelios, y tan adoradas y acaparadas por los propios seguidores bíblicos... Por el contrario, acaparar el poder y evitarse la penuria, la calamidad y la sinrazón social y espiritual pudiera no ser lo más ejemplar ni lo que en presunta divinidad hubiera de manar del cristianismo... En consecuencia, los millares de pobres que habitan o habitaban entre la barbarie natural que ahora viven el dolor, el tormento y el desastre de Haití, probablemente verán a un Dios distinto y desigual… Aquellos que han perdido sus familias, sus casas y hasta la miseria que ya tenían, podrían pensar que la equidad de Dios, guía y señor de los débiles, pudiera nadar excesivamente sobre el marco liberal: al uso y prototipo del propio “linaje de la Casa de David, y su acción no sería tan justa ni bondadosa, a saber...”
Las mentes humanas de Haití, y de otros santos lugares en atropello natural y celestial, tan débiles como la propia carne, hoy podrían pensar que la injusticia divina pecaría de divinidad o pudiera nacer de la simple imposición por ficción mental, a saber... Por ello, una vez más, pudiera cebarse la barbarie sobre la pobreza de los humildes, de los ya castigados y de los necesitados de protección divina y espiritual de quienes viven entre la sociedad más vulnerable…
Agustín Conchilla
"Dios castiga y no da voces": escuché en multitud de ocasiones, aunque esto de las catástrofes de la naturaleza que asolan ciudades y exterminan a millares de seres humanos va más allá de cualquier comprensión humana…
Los seres caritativos de distintas creencias e ideologías solemos vanagloriarnos e incluso congratularnos, a título personal, de las fortunas y de las bienaventuranzas que individualmente recibimos y asemejamos a los cielos. Para la buena nueva designamos, en titularidad, a la justicia divina y a la inapelable voluntad del Creador. En la misma semejanza, también le agradecemos el don divino que recibimos, aunque no traspase el umbral de la fortuna individual, sectorial o partidista: en fracción de la propia sociedad terrenal. En consecuencia, vivimos y morimos por designios de la propia acción de la naturaleza; acción que de vez en cuando se desboca y poquito a poco, aunque en masa, destruye la debilidad de la pobreza, con valor de ventolera. Aunque nosotros, los terrenales, lo adjudicamos a la divinidad que, por el contrario, también podría regir en amor y gloria de hermandad para guiar hasta el paraíso a la propia humanidad...
Sin embargo, ella misma, la divinidad, pudiera crearnos la injusticia, la penuria, la desigualdad social y la espiritual; en manos o designios de quien consideramos justo, guía y señor de los necesitados de protección: el Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, a saber... No obstante, los ya marginados por el hombre y por el hambre, y por la Patria y por la Tierra de Haití, en Puerto Príncipe y otros centenares de sitios terrenales, hoy lloran sin consuelo. Los haitíes han sido ultrajados, avasallados y exterminados por la propia acción de la naturaleza, divina y no humana, y lloran, o ya sin lágrimas callan de pena, de dolor y angustia… Pese a ello, sería de presentir que ellos, los afectados, pudieran no pensar lo mismo que otros privilegiados, en lo celestial y en lo terrestre, que disfrutan de la vida y de la economía sectorial. Diferencia que presuntamente les llevaría a presentimiento de protección desigual… Y en consecuencia, a guarecerse de los castigos divinos que presuntamente mandaría el Dios Todopoderoso sobre la tierra, para castigar a los infieles, opresores y tiranos de su reino…
La miseria, en cambio, abre el paraguas de las turbas marginadas y las grandes catástrofes se acaparan sobre cuerpo y alma de los más vulnerables: “los santos inocentes”, los que no disfrutan de riqueza individual; tan distantes de los evangelios, y tan adoradas y acaparadas por los propios seguidores bíblicos... Por el contrario, acaparar el poder y evitarse la penuria, la calamidad y la sinrazón social y espiritual pudiera no ser lo más ejemplar ni lo que en presunta divinidad hubiera de manar del cristianismo... En consecuencia, los millares de pobres que habitan o habitaban entre la barbarie natural que ahora viven el dolor, el tormento y el desastre de Haití, probablemente verán a un Dios distinto y desigual… Aquellos que han perdido sus familias, sus casas y hasta la miseria que ya tenían, podrían pensar que la equidad de Dios, guía y señor de los débiles, pudiera nadar excesivamente sobre el marco liberal: al uso y prototipo del propio “linaje de la Casa de David, y su acción no sería tan justa ni bondadosa, a saber...”
Las mentes humanas de Haití, y de otros santos lugares en atropello natural y celestial, tan débiles como la propia carne, hoy podrían pensar que la injusticia divina pecaría de divinidad o pudiera nacer de la simple imposición por ficción mental, a saber... Por ello, una vez más, pudiera cebarse la barbarie sobre la pobreza de los humildes, de los ya castigados y de los necesitados de protección divina y espiritual de quienes viven entre la sociedad más vulnerable…
Agustín Conchilla
¿Voto útil pero para quién?
Chile de vuelta atrapado en votar por el "mal menor" - Me pregunto hasta cuando? De hecho la desconcertacion cuenta con eso...con que nos pongamos la pinza para votar por el candidato que nos tira, a sabiendas que el plan de uno y de otro es el mismo...neoliberalismo versus neoliberalismo... Lo bueno del representante de la derecha con cara de derecha es que se termina el fraude y la confusion - terminando la desconcertacion...Y puede emerger una oposicion que sea realmente de izquierda, no lobo disfrazado de oveja...Creo que al reves de lo que dice, no es adentro donde la decision es particularmente dificil, los argumentos mas cuestionables vienen desde afuera...Desde afuera es facil hablar en favor del voto util, de votar al mal menor y olvidar a quienes estan luchando en el pais, dando la lucha verdadera. Adentro, estoy segura que muchos que quieren un Chile mejor, que quieren cambios, tienen claro que desconcertacion versus derecha es una falsa opcion...Desde cerca es mas facil ver que los desconcertados son unos farsantes que robaron (y tienen secuestrado) el discurso de la izquierda. A liberar ese discurso!
Hay que serruchar el arbol de la traicion que la desconcertacion representa...Hay que sacar las hachas y tirarlo abajo...se trata de votar...en una democracia representativa que ni nos representa ni es democratica. Los miedos los inventan ellos para asustarnos, para que no les serruchemos el arbol putrefacto que los sostiene...Sus puestitos de trabajo, sus fraudes, sus robos y las miserias que entregan a los olvidados con la complicidad del BM y del FMI mientras siguen vendiendo chile y sacandole sangre de sus venas exhaustas...
A tirar abajo a la desconcertacion, a verle la cara verdadera al enemigo, la cara brutal porque es brutal lo que le hace a los niños, mujeres y hombres pobres del pais, brutal lo que hace a los mapuche, brutal lo que hace a los chilenos en general y brutal el robo a Chile. No hay que dejar que continue vistiendo su máscara falsamente amable, falsamente cuerda, falsamente progre, hay que jalarle la mascara....Fundamentalmente hay que salir de la trampa del mal menor...Basta de PAJA...Si no hay capacidad para tirarlos abajo con la papeleta, despues de 20 años de mentiras...si no nos atrevemos a terminar con el juego infeliz del voto util, si nos pueden atrapar con papel, que chances habrá de ir mas lejos?
Sin miedo, adelante, Chile: a descuajar el arbol putrefacto!
A terminar con los juegos maquiavelicos de los desconcertados.
A los chilenos valientes, que clamarán la verdad y se alejarán definitivamente del voto util, un abrazo solidario en su lucha por ese Chile posible que está por nacer!
Nora
Hay que serruchar el arbol de la traicion que la desconcertacion representa...Hay que sacar las hachas y tirarlo abajo...se trata de votar...en una democracia representativa que ni nos representa ni es democratica. Los miedos los inventan ellos para asustarnos, para que no les serruchemos el arbol putrefacto que los sostiene...Sus puestitos de trabajo, sus fraudes, sus robos y las miserias que entregan a los olvidados con la complicidad del BM y del FMI mientras siguen vendiendo chile y sacandole sangre de sus venas exhaustas...
A tirar abajo a la desconcertacion, a verle la cara verdadera al enemigo, la cara brutal porque es brutal lo que le hace a los niños, mujeres y hombres pobres del pais, brutal lo que hace a los mapuche, brutal lo que hace a los chilenos en general y brutal el robo a Chile. No hay que dejar que continue vistiendo su máscara falsamente amable, falsamente cuerda, falsamente progre, hay que jalarle la mascara....Fundamentalmente hay que salir de la trampa del mal menor...Basta de PAJA...Si no hay capacidad para tirarlos abajo con la papeleta, despues de 20 años de mentiras...si no nos atrevemos a terminar con el juego infeliz del voto util, si nos pueden atrapar con papel, que chances habrá de ir mas lejos?
Sin miedo, adelante, Chile: a descuajar el arbol putrefacto!
A terminar con los juegos maquiavelicos de los desconcertados.
A los chilenos valientes, que clamarán la verdad y se alejarán definitivamente del voto util, un abrazo solidario en su lucha por ese Chile posible que está por nacer!
Nora
PRESTO MI VOTO, SÓLO POR 24 HORAS
PRESTO MI VOTO, SÓLO POR 24 HORAS (…) ASAMBLEA CONSTITUYENTE, (…) UNA DEMOCRACIA NO TUTELADA
Nora, Nilda, ninguno de los tres, somos de aquellos iluminados que siguen pensando que cuanto peor, mejor. Ninguno de los tres estamos abonados a la teoría “revolucionaria” de la acción-represión-acción, hasta despertar, organizar y movilizar a las masas para asaltar los cuarteles de invierno. El peligro y la grandeza de la democracia está en que por más dúctil y manipulable que sea la opinión pública-publicada, en Democracia ya no cabe el “Todo para el pueblo sin el pueblo”, que un voto es un voto y a la hora de contar los votos, todos son iguales. Los tres sabemos por experiencia que los cambios sociales duraderos y profundos o los hace la cultura y la formación, la conciencia cívica, individual y colectiva, solidaria y combativa de las masas, del pueblo, o no los hace nadie.
Creo que hay que saber medir las fuerzas y los tiempos, que hay que saber dar un paso atrás, para sobrevivir y seguir dando la batalla, para reponer fuerzas y poder avanzar dando dos pasos adelante. Creo que una retirada a tiempo puede ser la antesala de una gran victoria y que en toda victoria se esconde el germen de la futura derrota. Creo que es muy difícil, si no imposible, el aprender en cabeza ajena. Creo que si queremos serruchar el árbol de la traición de la des-concertación, tendremos que plantar cien, mil, olivos y encinas y saber trabajar, abonar y regar el vientre fecundo de la tierra generosa para recoger sus frutos- las primeras aceitunas y bellotas- y esparcir la simiente a todos los vientos para que cada olivo y encina se multiplique por cien y por mil. Si hacemos lo que hay que hacer sin prisa y sin desmayo, con tanto valor como cautela o prudencia, no hará falta empuñar las hachas para tirar abajo el árbol putrefacto, que aislado, seco y solitario, al llegar las primeras lluvias de la primavera bastará con el soplo de vuestro aliento para arrancarlo de cuajo y librar a la madre Tierra del violador, del invasor.
Nora, Nilda, mi corazón y mi alma están con vosotras, a vosotras me debo, en vosotras me veo, me encuentro y reconozco, revivo, crezco y me realizo en el cálido abrazo de vuestro cuerpo, en el valor y la fuerza de vuestra razón, en el amor de vuestro verbo. Como Nilda me veo y me veré obligado a hacer abstracción de todo cuanto que me es más propio e inmediato para mirar el conjunto donde se libra la gran batalla y la Guerra del Imperio y las Multinacionales contra la Humanidad entera, para poder defender a quien/es uno más quiere, defendiendo la salud y la vida de la MADRE TIERRA. Y ello sólo es y nos será posible si uno/a, todos/as nos organizamos y nos preparamos para sobrevivir al ataque conjunto de las arpías y de los basiliscos, al sitio y las quijadas cainitas de los hijos del Sauron. Sólo lograremos ganar la batalla y la guerra contra las huestes infernales y la “invencible” maquinaria de guerra del Imperio, combinando y uniendo la fuerza de la razón y el valor de la palabra con la vista de las águilas y el valor de las leonas, la astucia de los zorros plateados, los dientes y las mandíbulas de los lobos de la taiga y de la tundra, el zarpazo y el abrazo del oso polar, los colmillos del Smilodon y la carga imparable de los mamuts blancos de Siberia.
Todos, y yo el primero, tenemos mucho que aprender para organizar y ampliar el radio de acción de nuestra propia base social. Sabemos que el camino se inicia al empezar a andar, subiendo todos a una desde la amplia base del árbol, de abajo hacia arriba, rama a rama, peldaño a peldaño, hasta alcanzar las altas copas y las agrestes cumbres de los más de ocho mil… Y seguir subiendo, por la escalera infinita del cielo, hasta llegar a la luna y besar las estrellas. Sabemos que hay que subir para volver a bajar, para regresar a los orígenes y tocar con los pies desnudos el suelo húmedo y generoso de la tierra, para SER, siendo la semilla que profundiza y arraiga en lo más hondo para brotar vigorosa, para crecer y dar sus frutos, resistiendo y sobreviviendo como el árbol de la vida, a todos los fuegos e inclemencias, al efecto de los rayos, a las hachas de los leñadores y sierras mecánicas de los madereros, a la embestida de los huracanes y a la codicia salvaje e inmisericorde de las multinacionales.
Y más allá de lo que son el uno u el otro, siendo cara y cruz, las dos caras de la misma moneda falsa, está lo que cada uno REPRESENTA y puede representar en un momento dado en el tablero nacional e internacional, sabiendo que al final si nos confiamos y les dejamos, “Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando” .
Repito, hoy, visto lo visto y dicho lo dicho, con todo y pese a todo, entre la firme abstención, ese voto tan indirecto, como útil y seguro, incondicional para USA y su Imperio y el voto al borrico, me inclino como dice NILDA CONSCIENTEMENTE y VIGILANTE por prestarle -que no darle- mi voto a Frei por 24 horas, sabiendo de antemano que –si después le dejamos hacer- puede caer y caerá rendido a los pies de Bush-Obama y &, los del Imperio. No me es nada grato ni fácil decir lo que digo, que a muchos, a demasiados, les puede sonar a cualquier cosa, a todo, menos a la coherencia que se espera del poeta comprometido con su tiempo y espacio. Del poeta comprometido se espera que haga siempre lo que siente y le pide realmente el cuerpo en todo momento y circunstancia, pues ¡No!! . Lo siento, el poeta puede ser y de hecho suele ser, el primero en reafirmarse a si mismo haciendo añicos su propia imagen pública al violentar -incomprensiblemente- para la inmensa mayoría y a veces para sí mismo, su propia razón y conciencia para hacer lo que estima una necesidad histórica por encima de su propia libertad.
Nadie me había pedido mi opinión, pero la di y la estoy dando, conscientemente y a expensas de salir tocado. Si yo tuviese, que no tengo voto ni vela en esté velatorio, postergaría mi decisión hasta el último día, la última hora, el último minuto, para terminar dándole mi voto Al BORRICO con mucha angustia del alma y el mayor dolor de mi corazón. Pero sin dudarlo, en última instancia, que al fin y al cabo, un borrico nunca dejará de ser un borrico y siempre será más inofensivo, siempre nos será más fácil de montar y de llevar cogidito de la mano al huerto humano y santo, al fértil campo sindical del Padre Hurtado caminito de Rancagua y del Sur del SUR.
Olivier Herrera Marín
Presidente de la Asociación Internacional de Poetas de la Tierra y Amigos de la Poesía
Nora, Nilda, ninguno de los tres, somos de aquellos iluminados que siguen pensando que cuanto peor, mejor. Ninguno de los tres estamos abonados a la teoría “revolucionaria” de la acción-represión-acción, hasta despertar, organizar y movilizar a las masas para asaltar los cuarteles de invierno. El peligro y la grandeza de la democracia está en que por más dúctil y manipulable que sea la opinión pública-publicada, en Democracia ya no cabe el “Todo para el pueblo sin el pueblo”, que un voto es un voto y a la hora de contar los votos, todos son iguales. Los tres sabemos por experiencia que los cambios sociales duraderos y profundos o los hace la cultura y la formación, la conciencia cívica, individual y colectiva, solidaria y combativa de las masas, del pueblo, o no los hace nadie.
Creo que hay que saber medir las fuerzas y los tiempos, que hay que saber dar un paso atrás, para sobrevivir y seguir dando la batalla, para reponer fuerzas y poder avanzar dando dos pasos adelante. Creo que una retirada a tiempo puede ser la antesala de una gran victoria y que en toda victoria se esconde el germen de la futura derrota. Creo que es muy difícil, si no imposible, el aprender en cabeza ajena. Creo que si queremos serruchar el árbol de la traición de la des-concertación, tendremos que plantar cien, mil, olivos y encinas y saber trabajar, abonar y regar el vientre fecundo de la tierra generosa para recoger sus frutos- las primeras aceitunas y bellotas- y esparcir la simiente a todos los vientos para que cada olivo y encina se multiplique por cien y por mil. Si hacemos lo que hay que hacer sin prisa y sin desmayo, con tanto valor como cautela o prudencia, no hará falta empuñar las hachas para tirar abajo el árbol putrefacto, que aislado, seco y solitario, al llegar las primeras lluvias de la primavera bastará con el soplo de vuestro aliento para arrancarlo de cuajo y librar a la madre Tierra del violador, del invasor.
Nora, Nilda, mi corazón y mi alma están con vosotras, a vosotras me debo, en vosotras me veo, me encuentro y reconozco, revivo, crezco y me realizo en el cálido abrazo de vuestro cuerpo, en el valor y la fuerza de vuestra razón, en el amor de vuestro verbo. Como Nilda me veo y me veré obligado a hacer abstracción de todo cuanto que me es más propio e inmediato para mirar el conjunto donde se libra la gran batalla y la Guerra del Imperio y las Multinacionales contra la Humanidad entera, para poder defender a quien/es uno más quiere, defendiendo la salud y la vida de la MADRE TIERRA. Y ello sólo es y nos será posible si uno/a, todos/as nos organizamos y nos preparamos para sobrevivir al ataque conjunto de las arpías y de los basiliscos, al sitio y las quijadas cainitas de los hijos del Sauron. Sólo lograremos ganar la batalla y la guerra contra las huestes infernales y la “invencible” maquinaria de guerra del Imperio, combinando y uniendo la fuerza de la razón y el valor de la palabra con la vista de las águilas y el valor de las leonas, la astucia de los zorros plateados, los dientes y las mandíbulas de los lobos de la taiga y de la tundra, el zarpazo y el abrazo del oso polar, los colmillos del Smilodon y la carga imparable de los mamuts blancos de Siberia.
Todos, y yo el primero, tenemos mucho que aprender para organizar y ampliar el radio de acción de nuestra propia base social. Sabemos que el camino se inicia al empezar a andar, subiendo todos a una desde la amplia base del árbol, de abajo hacia arriba, rama a rama, peldaño a peldaño, hasta alcanzar las altas copas y las agrestes cumbres de los más de ocho mil… Y seguir subiendo, por la escalera infinita del cielo, hasta llegar a la luna y besar las estrellas. Sabemos que hay que subir para volver a bajar, para regresar a los orígenes y tocar con los pies desnudos el suelo húmedo y generoso de la tierra, para SER, siendo la semilla que profundiza y arraiga en lo más hondo para brotar vigorosa, para crecer y dar sus frutos, resistiendo y sobreviviendo como el árbol de la vida, a todos los fuegos e inclemencias, al efecto de los rayos, a las hachas de los leñadores y sierras mecánicas de los madereros, a la embestida de los huracanes y a la codicia salvaje e inmisericorde de las multinacionales.
Y más allá de lo que son el uno u el otro, siendo cara y cruz, las dos caras de la misma moneda falsa, está lo que cada uno REPRESENTA y puede representar en un momento dado en el tablero nacional e internacional, sabiendo que al final si nos confiamos y les dejamos, “Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando” .
Repito, hoy, visto lo visto y dicho lo dicho, con todo y pese a todo, entre la firme abstención, ese voto tan indirecto, como útil y seguro, incondicional para USA y su Imperio y el voto al borrico, me inclino como dice NILDA CONSCIENTEMENTE y VIGILANTE por prestarle -que no darle- mi voto a Frei por 24 horas, sabiendo de antemano que –si después le dejamos hacer- puede caer y caerá rendido a los pies de Bush-Obama y &, los del Imperio. No me es nada grato ni fácil decir lo que digo, que a muchos, a demasiados, les puede sonar a cualquier cosa, a todo, menos a la coherencia que se espera del poeta comprometido con su tiempo y espacio. Del poeta comprometido se espera que haga siempre lo que siente y le pide realmente el cuerpo en todo momento y circunstancia, pues ¡No!! . Lo siento, el poeta puede ser y de hecho suele ser, el primero en reafirmarse a si mismo haciendo añicos su propia imagen pública al violentar -incomprensiblemente- para la inmensa mayoría y a veces para sí mismo, su propia razón y conciencia para hacer lo que estima una necesidad histórica por encima de su propia libertad.
Nadie me había pedido mi opinión, pero la di y la estoy dando, conscientemente y a expensas de salir tocado. Si yo tuviese, que no tengo voto ni vela en esté velatorio, postergaría mi decisión hasta el último día, la última hora, el último minuto, para terminar dándole mi voto Al BORRICO con mucha angustia del alma y el mayor dolor de mi corazón. Pero sin dudarlo, en última instancia, que al fin y al cabo, un borrico nunca dejará de ser un borrico y siempre será más inofensivo, siempre nos será más fácil de montar y de llevar cogidito de la mano al huerto humano y santo, al fértil campo sindical del Padre Hurtado caminito de Rancagua y del Sur del SUR.
Olivier Herrera Marín
Presidente de la Asociación Internacional de Poetas de la Tierra y Amigos de la Poesía
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