Hoy me ha dado por responder a un forero que me ha hecho llegar la carta que presuntamente escribiera el enterrador del cementerio de Paracuellos del Jarama y dedicara a la figura de Santiago Carrillo.
Por Agustín Conchilla
Muy señor mío, “admiradordelforo” he podido analizar la carta que inserta usted para mí, la misma que circula por varios correos Web, la que yo analizo y usted adjudica a la mano de un digno obrero: Enterrador del Cementerio de Paracuellos del Jarama en el 36, y que un día no lejano dirigiera en carta abierta a Santiago Carrillo. Al igual que usted, presupongo, conozco la misiva desde hace varios años; y aunque al texto le doy la credibilidad que su narrador merece, también la encuentro cargada de odio, ensañamiento e ira, en claridad de auténtica rivalidad y revancha política. O sea, en auténtico talante "fascio": escondida tras la mano del portador-verdugo que acosa y acusa a un reo por sus propios males y maldades que además nacen de unas entrañas corruptas y corroídas. O bien, de la maquinación ideológica que derivaría de la caza, captura y descrédito personal-nacional a un adversario de la sociedad política de las izquierdas republicanas de entonces que ha estado perseguido y casi en el patíbulo, sin que la persecución sanguinaria obtuviera el fruto que el verdugo deseara para un enemigo tan escurridizo.
A pesar de ello, sin embargo, señor forero, yo le añado a usted que según consta en distintos párrafos de la historia política española, creo que no sería Santiago Carrillo quien se levantara contra los intereses de España y de los españoles. Sino que lo haría el propio fascio español, junto a la derecha radical, opresora y explotadora de vidas y libertades, en poder y dominio del ejército de España y de los hombres, mandatarios de aquella época. Una época negra y cruda en la que ya desde el mismísimo día 18 de julio del 36 e incluso un día antes en tierras ceutís, la barbarie y la destrucción entraría por las costas de España, a manos y por las armas de los propios soldados españoles que aglutinaran las filas del la Legión Española, con centenares de moros fieles a su amo. Desde el desembarco, no me negará usted que entraron aquí, a la península, matando a políticos, adversarios, a sus familias y a sus paisanos; y sembrando así la tierra española de cadáveres multitudinarios, desapariciones humanas, torturas y fosas comunes de muy amplio rango.
Señor, “admiradordelforo”, aunque he decidido entrar de lleno a la respuesta, también observo que sabe usted o ha sabido algo de las tertulias sobre los recientes entresijos del foro. Y aunque su entrada me suena a tirante de lengua callada, respetuosamente le doy la bienvenida y le anticipo que la historia de España tiene distintos vértices: algunos varios opuestos y, por tanto, repelentes. Aunque no menos escondites y alicientes alberga para que cada cual se acoja o quiera acogerse al que más le interese... Pese a ello, personalmente, señor forero, soy de los que piensan que España fue ultrajada en vez de salvada del marxismo y de las logias masónicas. España estaba inmersa en una democracia muy joven, a fecha de los inicios de la contienda, legalmente constituida y representada por la mayoría de las izquierdas: unidas para tal fin. Y lo estaba por voluntad mayoritaria del pueblo soberano, que así lo decidiera y lo designara en sufragio universal en febrero del mismo año del 36. Las elecciones generales de aquella época, en consecuencia, las ganaría la izquierda, entonces unida y representada por el Frente Popular. Sin embargo, la derecha radical de la CEDA, dominante e irrespetuosa con otras capas sociales discriminadas y desfavorecidas, no la derecha de ahora que aún no ha hecho historia, sino la derecha de aquella época, sería intolerante y opresora. En similitud, quizás, como parece que es el caso del sistema político y social que hoy defiende y previsiblemente desearía implantar el radicalismo liberal de P. J. Ramírez, Federico Jiménez Losantos, Pío Moa, Luis del Pino y algunas centurias intelectuales, aunque antes de cambiarse de chaqueta se ilustraran en el seno de las izquierdas radicales… A quienes ya de antemano, señor forero, le anticipo que democráticamente yo respeto, aunque las considere causa de extravío y abocamiento a calamidad nacional en manos de la más alta ralea socio-radical.
En consecuencia, señor forero, esos modales autoritarios e impositivos, presiento que serían poco o nada respetuosos con las necesidades de las clases inferiores y desfavorecidas de la sociedad: a saber del destino final, dado el caso del enfrentamiento político-nacional en que ello derivaría al alejarse del digno y justo reparto de la riqueza nacional. Aquella derecha, la de entonces, idearía un diabólico plan de ataque, a través del director “Jefe de la Seguridad Nacional”: General Mola, para que una vez arrebatadas las ciudades y las tierras de España a los representantes de las voluntades sociales, recayera en la fuerza del poder absolutista del general Sanjurjo.
A este militar, el Sanjurjo, señor forero, yo le considero privilegiado en una historia que se presupone fiel, cuando ella misma le coloca en Portugal al estallido de la Guerra Civil del 36. Allá estaba exiliado, como usted sabrá, expulsado de España, aunque protegido por sus propios allegados, y por el terrible motivo de liderar el Golpe de Estado Español del año 1932. Golpe que secundaría en el 36 si el avión que le traía no hubiera “pinchado”, con cual querría continuar el mandato impositivo-militar que en los años 30 dejara Miguel Primo de Rivera en manos de Dámaso Berenguer. Recuerda usted aquello de la historia política y religiosa con la que nos adoctrinaran en la escuela de, presiento, su reciente juventud, por ejemplo. Este militar golpista estuvo encarcelado entre los años 1932 a 1934, por atentar contra el legítimo gobierno de las instituciones republicanas: izquierdas y derechas unidas. Le recuerdo que ambas nacerían juntas, de la mano del consenso político, para expulsar del territorio español a un rey irrespetuoso con las instituciones españolas: Alfonso XIII, el día 13 de abril de 1931: abuelo de Juan Carlos I de España.
Al dictador Sanjurjo, señor forero, sin embargo, le perdonaría su propia vida de calvario carcelario el primer gobierno republicano de la derecha radical que entrara en España a partir del 33, en representación de los españoles, y allá por el 34 le liberaría (aquel año sería el de la revolución obrera y una época negra para los mineros de Asturias, entre otros, avasallados y exterminados por la acción del ejército regular y legionario que liderara el más faccioso y criminal de los militares del siglo XX: Franco). Aunque yo, señor mío, y del admirador del foro, no he visto que tal nombre conste como el de un verdugo de la historia, por asesino de masas en la carta del enterrador del Cementerio de Paracuellos del Jarama que usted exhibe y me dedica...
El general Sanjurjo, no obstante, sí sería exiliado de España para salvaguarda de su propia vida, por la acción de un gobierno radical de derechas. Un gobierno amigo y cómplice del totalitarismo y del absolutismo más cruento que poco tiempo después encontraría su catadura moral en las clases inferiores, oprimidas, marginadas, manejadas, reconducidas y llevadas a la hambruna y a la miseria. Aquella derecha y sus tropelías, señor forero, sin embargo, tampoco constan en la carta del enterrador de Paracuellos del Jarama, aunque la historia de los pueblos de España sí la enmarca en distintos acontecimientos de relevancia y de graves disturbios sociales que acaecieran en la España del primer tercio del siglo XX: aunque mayoritariamente desde 1934 a 1936, sin entrar en el trienio siguiente y después en la represión de posguerra. A partir de cuya fecha, la del 36, gobernaría, legítimamente y en democracia, la izquierda soberana. Aunque por designios de la fuerza de las armas lo haría por espacio de muy pocos meses, al menos en el marco de la paz política y del sosiego ciudadano y gubernamental en general. Consecuencia directa de la cruenta y exterminadora acción renovadora que emergiera de la clase absolutista.
El derecho a la legitimidad de España, señor forero, y de sus gobernantes, para la CEDA, por el contrario, sería el de arrebatarle la voluntad del sufragio universal a las masas populares, legalmente constituidas. Y a posteriori, también perseguidos y masacrados sus líderes, libremente elegidos en el ya mencionado sufragio universal, así como enfrentados los ciudadanos de los pueblos hermanos. Por aquellos políticos, estimado señor forero, que siempre oprimieron las voluntades sectoriales de la discriminada e inferior clase económica, política y social. Y a quienes usted no alude, ni lo hace el sufrido y digno sepulturero, enterrador de aquella época. Quien también ignora el revanchismo radical y las multitudes de fosas comunes que el pobre hombre habría de excavar para que hoy se glorifique tanto a la crueldad partidista de la memoria histórica.
Consiguientemente, querría yo presuponer que Santiago Carrillo sí, sería uno más, no cabe duda, como tantos otros: un español cogido entre dos fuegos. Un español que según hoy se desprende de la propia historia, previsiblemente lucharía con gallardía y con mano dura: vivir o morir, en defensa de la legalidad soberana, de la democracia, de la libertad y de la propia vida. Y lo haría, quiero pensar, porque previamente se viera atrapado en una contienda bélica, a la jovial edad de los 24 años. En consecuencia, Santiago Carrillo sería, a mi juicio, más que un verdugo, un luchador como tantos otros millares y millones de españoles de igual o distinta ideología, de los que defendieron los valores legales de la constitución democrática o los que se vieron abocados a una guerra y a unas filas indeterminadas. Aunque a la vez, ya adentrados en aquella época, también yo considero que Carrillo lo hizo en el marco de la propia historia de España como un insignificante personaje. Personaje que sí tomaría auge político, para el enemigo rebelde y usurpador de España, tras la implantación del Maquis de posguerra, desde el exilio, y por las distintas visitas y evasivas furtivas a la España de Franco y de los fascistas.
Señor forero, aunque anteriormente, sobre él recayera la dirección de seguridad nacional, a la tan jovial edad de 24 años... y Carrillo mataría y torturaría, no me cabe duda: en el transcurso de una guerra sangrienta de debe de presuponer que las balas vuelan por encima y por debajo de los cuerpos humanos, mientras merman los abrazos y las carantoñas de afectividad. Aunque también presiento que no sería él quien propiciara la revancha política, sino la defensa y la contraofensiva, ante quienes venían masacrando ciudades, abarrotando cárceles, llenando cunetas de cadáveres y apaleando y empapelando las tapias de los cementerios de sangre roja: humana. Así como de esquirlas de plomo en los tapiados, bajo acción de un sinfín de pelotones de exterminio que dejarían a las familias despojadas de sustento, tras un reguero de huérfanos hambrientos y despavoridos, de futuro incierto y destrozado.
Estimado señor forero, es usted tan libre como yo mismo de pensar cuánto y cómo quiera sobre la legitimidad o negligencia y avasallamiento en la acción de Carrillo. Y sobre todo de defender o criticar las ideas que se le adjudican a cada cual. Aunque yo le pediría que usara el juicio sano, el que da la razón y, en consecuencia, no fuera demasiado manejable por las blasfemias de la propia historia. Una historia tan ampliamente manipulada por las masas que aún sigue adaptándose a las voluntades de los verdaderos criminales de entonces: la derecha radical tradicionalista, enmarcada en el fascismo español que derivaría del Italiano de Benito Mussolini y del Alemán de Adolfo Hitler. El mismo que hoy se enmarca y recrece en las intenciones de algunos adinerados de la sociedad española, en auge de fomento del propio fascismo y el radicalismo liberal. Un fascismo que discrimina a las clases, señor forero, también es capaz de crear rencillas sociales y conflictos nacionales bajo el manto del poder represivo, mediático, político y económico en general. Y por último, con su consentido y respetuoso permiso, yo desearía que tampoco usted olvidara que si los poderes políticos y económicos radicales se aunaran y consiguieran la conquista del poder absoluto… La consecuencia directa sería el propio absolutismo liberal que se implantaría en contra del dominio social y despótico de la dirección de las empresas, tan dañino para los intereses de la clase trabajadora, media y baja. Subsiguientemente, señor forero, esa medida radical y cruenta no haría ningún bien a España. Ni tampoco a usted ni a su familia, que como personas necesitarías de arroparse en los tentáculos de las empresas liberales, presupongo que también a usted le habrían de contratar, expulsar, imponer horario y pagar un salario a su criterio...
Saludos cordiales
Con todo respeto a su consideración espero y deseo estar a la altura de las circunstancias, con mi mayor deseo de evitar y no promulgar las rencillas en el foro.
Un saludo cordial
A. Conchilla
Seguir a este pintor en su nueva página http://palmeral2.blogspot.com.es/
- APPA. Palmeral (1)
- armadura (1)
- Currículum de Palmeral (1)
- El jinete alcoyano (1)
- El sueño de Jorge Juan (1)
- Fernández (1)
- Jumilla (1)
- logotipo (1)
- Niño con ambliopía (1)
- Palmeral (1)
- Ramón Fdz. (1)
- Ramón Palmeral (1)
- Saorin (1)
domingo, 9 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Archivo del blog
-
▼
2010
(304)
- ► septiembre (15)
-
►
2009
(442)
- ► septiembre (32)
Datos personales
- Palmeral
- Alicante, ALICANTE (ESPAÑA), Spain
- Página administrada por el pintor, poeta, escritor y conferenciante Ramón Fernández "PALMERAL".