PARAR LA MASACRE SIONISTA EN GAZA
El ataque israelí a Gaza ya lleva más de 700 víctimas fatales y miles de heridos. Como muestran los noticieros, se bombardea con armas prohibidas por las convenciones internacionales. El primer ataque fue lanzado a la hora en que los niños salían de las escuelas y las mujeres iban a hacer las compras.
La SEA repudia esta masacre genocida ejecutada por el Estado de Israel en la franja de Gaza, plantea el retiro de las tropas israelíes de los territorios ocupados y el cese del bloqueo impuesto por Israel y Egipto a la población civil palestina, cercada hace meses por la falta de agua, de alimentos, de medicamentos y la destrucción económica.
Sería ingenuo dejar pasar que semejante carnicería tiene la aprobación del Secretario de Defensa de Bush, el mismo que el candidato electo Obama ha designado como parte de su gabinete.
SEA / Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina
Asociación Civil - Personería Jurídica IGPJ 0078/2001
Bartolomé Mitre 2815, 2º piso, oficinas 225 a 230
C1201AAA Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Argentina
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sábado, 10 de enero de 2009
Amnistía Internacional condena los ataques
El 27 de diciembre, a las 11:30 de la mañana, siete estudiantes palestinos salían de una escuela dirigida por Naciones Unidas en Gaza y se dirigían a sus casas. Una bomba del ejército de Israel los sepultó para siempre entre cascotes y escombros.
Los ataques de Israel sobre la franja de Gaza suman, sólo en los últimos días, el mayor número de víctimas palestinas habidas en 40 años de ocupación israelí.
Amnistía Internacional condena los ataques de los grupos palestinos sobre Israel, pero éstos no justifican en modo alguno la desproporción con que Israel castiga a la población civil de Gaza.
Por favor, firma la petición al Ministro de Exteriores israelí que encontrarás en este boletín. Además, si puedes, reenvíala a tus contactos para ejercer toda la presión de que somos capaces. Y si quieres ayuda r aún más, hazte socio/a ahora. Seremos más fuertes si contamos contigo. Gracias por actuar.
Recibe un abrazo,
Esteban Beltrán
Director
Amnistía Internacional - Sección Española
Los ataques de Israel sobre la franja de Gaza suman, sólo en los últimos días, el mayor número de víctimas palestinas habidas en 40 años de ocupación israelí.
Amnistía Internacional condena los ataques de los grupos palestinos sobre Israel, pero éstos no justifican en modo alguno la desproporción con que Israel castiga a la población civil de Gaza.
Por favor, firma la petición al Ministro de Exteriores israelí que encontrarás en este boletín. Además, si puedes, reenvíala a tus contactos para ejercer toda la presión de que somos capaces. Y si quieres ayuda r aún más, hazte socio/a ahora. Seremos más fuertes si contamos contigo. Gracias por actuar.
Recibe un abrazo,
Esteban Beltrán
Director
Amnistía Internacional - Sección Española
Poeta en la cárcel . NANAS DE LA CEBOLLA
Poeta en la cárcel (3). NANAS DE LA CEBOLLA
Permalink Archivado en Origen de la vida, Espiritualidad, Poesía, Miguel Hernández
A dos meses y medio del fallecimiento de Manuel Ramón (4 de enero de 1939), nace otro Manolillo: Manuel Miguel. "Eres mi ser que vuelve / hacia su ser más claro" (del poema Niño)... En la rueda de generaciones, amanece un nuevo sol por el Oriente. Cuando envía Josefina a la cárcel de Torrijos de Madrid una foto del niño con siete meses, comenta el padre:
"No pasa un momento sin que lo mire y me ría, por muy serio que me encuentre, viendo esa risa tan hermosa que le sale delante de los cortinones y encima del catafalco ese en que está sentado. Esa risa suya es mi mejor compañía aquí y cuanto más la miro más encuentro que se parece a la tuya. Y los ojos, y las cejas y la cara entera. Este hijo nuestro, por quien no debes perder el ánimo y la confianza en esta vida, es más tuyo que mío. El otro era más mío..."
Un mes después, en otra cariñosa epístola, la sorprende con estas Nanas de la cebolla, "las más trágicas canciones de cuna de toda la poesía española" (Concha Zardoya). A Miguel le había afectado la noticia recibida días antes de que Josefina sólo comía pan y cebolla (no cebolla sola, como algunos malinterpretan). Recordad la eterna frase coloquial contigo pan y cebolla, que en este caso se hace trágicamente verdadera, aunque comenta Josefina que tenía que alegrarse Miguel en aquellas circunstancias, al saber que al menos comía algo de pan. Así se explicaba Miguel :
"Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que aquí no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros o desesperarme..."
NANAS DE LA CEBOLLA
Este ramo de nanas está construído en doce estrofas con aire de seguidilla, inusual largo poema para un género breve y festivo. Desdramatiza el autor el contenido angustioso con la gracia del ritmo y la ternura de imágenes, en ascética lumbre de verbos y sustantivos ermitaños.
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
Describe la cebolla con verso gongorino. Pronto cantará su amigo Neruda a la luminosa redoma de la cebolla, globo celeste, copa de platino, estrella de los pobres, redonda rosa de agua..., en sus elementales odas. Para Miguel lo negro representa la negatividad, la noche, la muerte, lo rojo la sangre, lo dorado el sol, lo puro, lo perdurable... (Y en su humilde paleta del Cancionero apenas flotan otros colores. Por eso nos sorprende el calificativo de coloreado para su hijo en la séptima estrofa.)
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarcha de azúcar,
cebolla y hambre.
Pareciera iniciarse un relato de cuento referido a tiempos remotos: hay que distanciarse del dolor. "Pero tu sangre...": se dirige al niño de ocho meses como si comprendiera; este modo de comunicación era habitual en su epistolario. Así le habla con diecinueve meses: "Manolillo, hijo, bailaor, forzudo, cuqui de mis entrañajones, da ánimos a tu madre. Pórtate como un hombre, que no se eche de menos en la casa mis pantalones. Póntelos tú y un bigote postizo para que te respeten tu señora mamá y tus tías..."
Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.
Miguel, perito en lunas, refresca su octava Ubres, poema al ordeñe de cabra en su etapa pastoril donde hablaba de "trojes de blancura", "manantiales de lunas..." "Te tragas la luna": ansiedad del lactante devorador, que engulle la luna/pecho y su rayo blanco...
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma, al oírte,
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Se inicia la metáfora de la alondra en vuelo, que desarrollará hasta el final. Cuando cumple Manuel Miguel dos años, le escriborá desde la prisión de Ocaña otras alegres seguidillas (Con dos años, dos flores): "Con dos años, dos flores / cumples ahora. / Dos alondras llenando / toda tu aurora. / Niño radiante: / va mi sangre contigo / siempre adelante..." Vuelve al tema de la luz, recordando el luminoso asiento que dejó vacío el otro Manolillo: "Es tu risa en los ojos / la luz del mundo".
Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol,
porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
y el niño como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Refiere Josefina, con ingenua ternura, su gozosa metamorfosis de estrenada madre: "La risa es lo que más abundaba. Cantábamos. Al principio a mí me daba vergüenza que me oyera cantar y me lo sufría. Un día que el primer hijo tenía sobre un mes, con él en brazos, rompí el silencio y me preguntó asombrado: ¿Qué, esperabas ser madre para cantar?." "La carne aleteante...": alondra, jilguero, ascensión bulliciosa de una carne bendita.
Me vais a permitir que me detenga en mitad del poema. La agilidad de un blog no recomienda escritos muy largos. Pero podéis seguir leyendo las NANAS DE LA CEBOLLA arropadas por mi comentario, pulsando aquí (encended los altavoces).
Y el próximo viernes os encontraréis con el "Vals de los enamorados y unidos hasta siempre" (a pesar de la separación, establece con su amada un pacto de amor eterno).
Origen del artículo
Comentario:
Nicolás: Me sumo a los elogios - esta vez publicamente - tu trabajo sobre Miguel es admirable conjunción de conocimiento erudito y amor por el poeta. La página de hoy nos hace mas cercano al hombre que sin abandonar su totalidad suma a la misma su condición de amante preocupado y padre amoroso. Hermosas las imágenes con exquisita música. Adelante con el blog! Hasta la próxima.
Enlace permanente Comentario por carlos capelo 10.04.08 @ 00:07
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A dos meses y medio del fallecimiento de Manuel Ramón (4 de enero de 1939), nace otro Manolillo: Manuel Miguel. "Eres mi ser que vuelve / hacia su ser más claro" (del poema Niño)... En la rueda de generaciones, amanece un nuevo sol por el Oriente. Cuando envía Josefina a la cárcel de Torrijos de Madrid una foto del niño con siete meses, comenta el padre:
"No pasa un momento sin que lo mire y me ría, por muy serio que me encuentre, viendo esa risa tan hermosa que le sale delante de los cortinones y encima del catafalco ese en que está sentado. Esa risa suya es mi mejor compañía aquí y cuanto más la miro más encuentro que se parece a la tuya. Y los ojos, y las cejas y la cara entera. Este hijo nuestro, por quien no debes perder el ánimo y la confianza en esta vida, es más tuyo que mío. El otro era más mío..."
Un mes después, en otra cariñosa epístola, la sorprende con estas Nanas de la cebolla, "las más trágicas canciones de cuna de toda la poesía española" (Concha Zardoya). A Miguel le había afectado la noticia recibida días antes de que Josefina sólo comía pan y cebolla (no cebolla sola, como algunos malinterpretan). Recordad la eterna frase coloquial contigo pan y cebolla, que en este caso se hace trágicamente verdadera, aunque comenta Josefina que tenía que alegrarse Miguel en aquellas circunstancias, al saber que al menos comía algo de pan. Así se explicaba Miguel :
"Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que aquí no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros o desesperarme..."
NANAS DE LA CEBOLLA
Este ramo de nanas está construído en doce estrofas con aire de seguidilla, inusual largo poema para un género breve y festivo. Desdramatiza el autor el contenido angustioso con la gracia del ritmo y la ternura de imágenes, en ascética lumbre de verbos y sustantivos ermitaños.
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
Describe la cebolla con verso gongorino. Pronto cantará su amigo Neruda a la luminosa redoma de la cebolla, globo celeste, copa de platino, estrella de los pobres, redonda rosa de agua..., en sus elementales odas. Para Miguel lo negro representa la negatividad, la noche, la muerte, lo rojo la sangre, lo dorado el sol, lo puro, lo perdurable... (Y en su humilde paleta del Cancionero apenas flotan otros colores. Por eso nos sorprende el calificativo de coloreado para su hijo en la séptima estrofa.)
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarcha de azúcar,
cebolla y hambre.
Pareciera iniciarse un relato de cuento referido a tiempos remotos: hay que distanciarse del dolor. "Pero tu sangre...": se dirige al niño de ocho meses como si comprendiera; este modo de comunicación era habitual en su epistolario. Así le habla con diecinueve meses: "Manolillo, hijo, bailaor, forzudo, cuqui de mis entrañajones, da ánimos a tu madre. Pórtate como un hombre, que no se eche de menos en la casa mis pantalones. Póntelos tú y un bigote postizo para que te respeten tu señora mamá y tus tías..."
Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.
Miguel, perito en lunas, refresca su octava Ubres, poema al ordeñe de cabra en su etapa pastoril donde hablaba de "trojes de blancura", "manantiales de lunas..." "Te tragas la luna": ansiedad del lactante devorador, que engulle la luna/pecho y su rayo blanco...
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma, al oírte,
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Se inicia la metáfora de la alondra en vuelo, que desarrollará hasta el final. Cuando cumple Manuel Miguel dos años, le escriborá desde la prisión de Ocaña otras alegres seguidillas (Con dos años, dos flores): "Con dos años, dos flores / cumples ahora. / Dos alondras llenando / toda tu aurora. / Niño radiante: / va mi sangre contigo / siempre adelante..." Vuelve al tema de la luz, recordando el luminoso asiento que dejó vacío el otro Manolillo: "Es tu risa en los ojos / la luz del mundo".
Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol,
porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
y el niño como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Refiere Josefina, con ingenua ternura, su gozosa metamorfosis de estrenada madre: "La risa es lo que más abundaba. Cantábamos. Al principio a mí me daba vergüenza que me oyera cantar y me lo sufría. Un día que el primer hijo tenía sobre un mes, con él en brazos, rompí el silencio y me preguntó asombrado: ¿Qué, esperabas ser madre para cantar?." "La carne aleteante...": alondra, jilguero, ascensión bulliciosa de una carne bendita.
Me vais a permitir que me detenga en mitad del poema. La agilidad de un blog no recomienda escritos muy largos. Pero podéis seguir leyendo las NANAS DE LA CEBOLLA arropadas por mi comentario, pulsando aquí (encended los altavoces).
Y el próximo viernes os encontraréis con el "Vals de los enamorados y unidos hasta siempre" (a pesar de la separación, establece con su amada un pacto de amor eterno).
Origen del artículo
Comentario:
Nicolás: Me sumo a los elogios - esta vez publicamente - tu trabajo sobre Miguel es admirable conjunción de conocimiento erudito y amor por el poeta. La página de hoy nos hace mas cercano al hombre que sin abandonar su totalidad suma a la misma su condición de amante preocupado y padre amoroso. Hermosas las imágenes con exquisita música. Adelante con el blog! Hasta la próxima.
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