Carta abierta al señor don José Luis Rodríguez Zapatero: Presidente del Gobierno de España
El Gobierno de Zapatero implanta un virtual “estado de sitio o excepción sectorial” para evitar que los camioneros hagan uso del derecho a la huelga en libertad de circulación por el Territorio del Estado Español.
Señor Presidente del Gobierno, antes que nada mis respetos hacia usted como persona y como cargo electo en Presidencia Gubernamental. Y expongo: como ciudadano honrado y trabajador que me considero en libertad de expresión (…), desearía trasladarle mi malestar y el sentir desigual que percibo; y que ha creado usted sobre mis derechos sociales, individuales y colectivos. Usted y su Ministro del Interior, el señor Rubalcaba, han implantado de considerable a creciente merma en derechos y libertades, para derrocar un legítimo derecho del ciudadano a secundar la huelga en el sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional. Así como percibo que han patrocinado y ejecutado el veto a la libre circulación de transportistas minoritarios que marchaban a saludarle a la capital de España, el lunes día 16 de junio 2008; y como al parecer les cae usted bien, ya han anunciado que volverán a intentarlo el miércoles día 18 del mismo mes y año. Previsiblemente lo harán para saludarle en amistad conciliadora y buscar apoyo y reconocimiento gubernamental a la sobreexplotación obrera, así como al no menos esfuerzo por ausencia y abandono del hogar que durante semanas han de soportar. Sobreexplotación, dedicación y ausencia o lejanía del entorno familiar, por cuyo motivo debería quedarles el fruto del trabajo en su propia despensa, y llevar así los impuestos a las Arcas del Estado, además de un plato de judías en dignidad obrera y, también la libreta de caligrafía en humildad de esposo, padre y cabeza de familia del “abandonado hogar”. En cambio, parece que la equidad laboral y social, así como en el abordaje de represión que su gobierno ejerce en la actualidad, y que ahuyentaría al propio Pablo Iglesias en el pasado, no pasa por su mente de equidad económica individual a la hora de dejar el fruto del trabajo en el bolsillo del esforzado. Sin embargo, sí derivan a la suma de riqueza de grandes áreas comerciales e industriales que aunque no convocaran la reivindicación a través de la huelga, sí firmaron el pacto gubernamental con su Ministra de Fomento: Magdalena Álvarez Arza; para volver a doblegar al minoritario que debería encontrar defensa en un presunto partido social que la reciente Historia de España catalogara de cabeza, guía y defensa de los trabajadores: PSOE.
Señor Presidente, en compensación al totalitarismo que Moncloa ha derrochado al ordenar la interrupción pacífica del ciudadano, en su libre deambular por el marco del territorio nacional; donde además su gobierno y usted mismo refuerzan la intolerancia a base de sanciones injustificadas, así como en ordenar la salida de la vía pública de vehículos y conductores. En contrario, les aunarían ambas muñecas con grilletes, les catalogarían de rebeldía y desobediencia a la autoridad y engrosarían ustedes las Arcas del Estado con la miseria del obrero, a través de una injustificada detención, sanción e imposición de totalitarismo radical. Totalitarismo que encuentra su máxima expresión cuando usted mismo anuncia tolerancia “0” ante un legítimo derecho del ciudadano en democracia y libertad constitucional. La “Marcha Tractora hacia la ciudad de Madrid” que usted ha imposibilitado y ha sido requisada en el marco de la libertad constitucional que su gobierno ha obviado. Y no sólo lo ha obviado, sino que ha implantado una salvaje restricción de libertad en retrotraer de los derechos individuales y colectivos de la España de las Libertades Sociales. La crueldad del Estado de Sitio sectorial que su gobierno ha constituido bajo presunta persecución hostil y sancionadora, sobrepasa lo que parecía madurez de treinta años de libertad en el mencionado marco de la España Constitucional. A través de ello, señor Presidente, usted nos encauza a la cautividad y a la miseria estatal más enraizada en el pasado de las desigualdades, por negligencia e inequidad productiva y salarial en un mundo y un país en constante carestía e imparable auge especulador de grandes áreas comerciales, productivas, industriales… En consecuencia, los modelos de reparto productivo, en la actualidad contradicen la propia fundación del PSOE que vende igualdad a la oportunidad económica, la justicia social o la de género, etc… Sin embargo, ya ve usted que en la clase obrera no sería necesario ser Analista del Reino para percatarse de que su gestión va en claro detrimento del Estado del Bienestar Social. En cambio, se aprecia en su reiterado talante apoyo administrativo desmesurado en las cargas tributarias y aún más gravamen estatal e intolerancia social y asedio gubernamental sobre la debilidad del ciudadano.
Señor Presidente, su gobierno implanta las leyes en el Estado Español por simpleza “cojonera”, a lo que aúnan la prepotencia propia del segundo mandato y atropello al ciudadano que busca su legítima defensa en los derechos de la democracia y en la libertad de movimiento sindical y patronal el Estado. A través de cual los ciudadanos honrados de su país y el mío buscan competitividad de mercado y digna reivindicación de mejoras salariales, laborales, empresariales, sociales, etc… En consecuencia, Señor Zapatero, su gobierno aprovecha el voto social y popular del ciudadano para amedrentar a parte de la sociedad; e incluso la coloca en el triste recuerdo del garrotazo de antaño. Sin embargo, también puede usted comprobar que su acción actual ya no pertenece al pasado de la historia negra de un país en merma de libertad. Y puede comprobar que no pertenece a la divina historia porque ahora es talante de actualidad nacional y muy latente en los entresijos de su gobierno. Un gobierno opresor que el socialismo moderno ha resucitado en pólvora de catapultas para estandarte de cabezas, caras y cuellos en visión sangrienta... Cabezas y caras rojas que no lo son por ideología de humildes, indefensos y honestos trabajadores, cuyo único delito fuera, es y espero que en el futuro sea la reivindicación pacífica de su derecho a vivir en dignidad social, económica, laboral, familiar y de mercado.
Señor Presidente, en estos días de escondites retórico-gubernamentales, ante la profunda crisis nacional que nos asfixia, hemos podido ver a centenares de camiones y camioneros obligados a salir de la vía pública, reconducidos a lugares aislados y retenidos por la autoridad en las áreas de servicio y en cercanías de carreteras nacionales. Mientras tanto, señor Presidente, a los verdaderos delincuentes se les toma declaración y a menudo se les pone en tránsito de libertad nacional... Por ello, señor Presidente, presumo que su equidad no deriva en beneficio de la masa socio-laboral; e incluso percibo que actúa usted con la ignorancia que predomina en su faz y que en estos días le ha llevado a talante totalitario e intolerante, tal cual usted mismo denomina = 0. Además, señor Presidente, parece que usted lo hace para evitar que los transportistas autónomos puedan llegar a destino y ejercer su legítimo derecho a la reunión pública y a la consiguiente reivindicación social, a través de llamamiento y seguimiento a la huelga. Huelga que teme usted “más que a una vara verde” porque entre otras cosas, el desprestigio internacional le llegaría hondo con el conocimiento público real de auténtica miseria nacional… Por ello, señor Presidente, prohíbe usted el derecho a la huelga o la limita en funcionalidad de talante opresor y justiciero; así como a golpes de garrote en manos de los nuevos grises: los antidisturbios de Zapatero. En tal desigualdad de obligaciones, derechos y oportunidades impide usted al ciudadano libre ejercer su derecho a la libertad de circulación de personas y de vehículos por el amplio marco del territorio nacional. Por tanto, expongo que un Presidente de Gobierno Constitucional y electo en Sufragio Universal que impide la libertad individual y colectiva bajo el yugo de la represión totalitaria no puede estar capacitado para gobernar una nación en libertad constitucional y sería más eficaz en la guardería de ovejas y cabras en la finca de las “Majadas”…
Señor Presidente, su ya conocido carácter de incomprensión e intolerancia que le ha nacido del segundo mandato, y que vierte usted sobre el seno de la humildad trabajadora en deriva de familia socialista por la dureza físico-represiva del garrotazo y su talante sancionador-administrativo, pudiera caminar próximo a la intolerancia radical y aunque bastante más cauto, también devenir al ejercicio del poder supremo y social del señor “Chavizta”. Prueba de ello pudieran ser los sucesos elevados a grandes acontecimientos en los últimos días, en cuales no se conformó con erradicar y controlar al malo e intolerante y se pasó por alto el artículo 19 de la Constitución Española que esgrime: “Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y circular por el territorio español”. Si es así, señor Zapatero, por qué manda usted y su ministro a las autoridades competentes para que sin causa, delito o infracción retengan a centenares de camiones y les impidan continuar viaje. Los vehículos o sus conductores son españoles en libertad de tránsito nacional y usted ha ordenado retenerlos para evitar que lleguen a su destino... También el artículo 25 de la Constitución Española expresa: “Nadie puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el momento de producirse no constituyan delito, falta o infracción administrativa”. En consecuencia, por qué confisca su gobierno los camiones y a sus conductores les impide la libre circulación por el territorio nacional, sin que se haya dado motivo manifiesto de delito o infracción. La Constitución Española es garante de nuestra convivencia, pero ellos no han llegado a alterarla, ni a infringir el orden público, la seguridad vial o la LOTT (Ley y Ordenación de los Transportes Terrestres). Acaso los conductores retenidos no tenían derecho a la presunción de inocencia, ni de honrados trabajadores-camioneros, y sí la tienen los delincuentes habituales que nos inundan y asaltan hasta casas de los jueces; aunque ya ve usted, se les coge, se les toma declaración, no se les retiene y nuevamente corren por las calles como auténticos galgos a salto de mata y de mejor liebre… Por ello, como ciudadano y votante de usted le preguntaré una vez más, aunque de antemano sé que no habrá respuesta: ¿por qué a los trabajadores se les retiene en contra de sus voluntades en las áreas de servicio o en las parcelas colindantes a la carretera si no han cometido falta o delito y la presunción por sí sola no es justificativa de abordaje?: es por pura y llana simplicidad de totalitarismo gubernamental… La España de la equidad social de hoy, señor Zapatero, no es la de los setenta y a usted se le está yendo de las manos, hasta el punto que se pierde en los confines de la desigualdad social y de la oportunidad económica. Oportunidad que la clase humilde pierde y por deriva se concentra en grandes multinacionales que nos encarecen la vida, nos someten a yugo laboral y comercial y nos enviarán a la miseria más inmediata…
