Por Ramón Fernández Palmeral
Este trabajo pretende acotar los distintos viajes y estancias del universal poeta oriolano Miguel Hernández en Valencia, estudiarlo separadamente como una parte importante de su vida pública y actividades culturales, y, su faceta como soldado, cuando participó en la liberación de la ciudad de Teruel, en manos nacionalistas, con las fuerzas republicanas en una de la más cruentas batallas habidas entre la I y la II Guerra Mundial, según los expertos.
Miguel en Valencia, 1937
Las razones por las que Miguel Hernández visitara frecuentemente la ciudad de Valencia se debían a que el gobierno legítimo de la II Repúblicas se autoexilio o, mejor sería decir mudó su sede desde Madrid a Valencia a partir del 6 de noviembre de 1936, ante la amenaza de los Nacionales o rebeldes, dejando la defensa de la capital en manos de la Junta de Defensa de Madrid que integraba a representantes de las diferentes fuerzas políticas que defendían la República bajo el mando militar del general José Miaja jefe de Estado Mayor [1] , que se aprestaron a diseñar un plan de defensa de Madrid que impidió la rápida caída de la capital. El 20 de noviembre de 1936, murió Buenaventura Durruti Dumange dirigente de la FAI, combatían en la Ciudad Universitaria de Madrid. José Antonio Primo de Rivera era fusilado la mañana del 20 de noviembre en el patio de la cárcel de Alicante, junto a otros cuatro jóvenes del pueblo alicantino de Novelda. Otro famoso personaje muerto fue el periodista cubano Pablo de la Torriente Brau el 19 de diciembre en el primer año de la guerra en la batalla de Majadahonda.
No quisiera avanzar en este trabajo sin recordar que Miguel ganó el primer premio de poesía el 5 de abril de 1931 del Orfeón Ilicitano en Elche con el poema "Canto a Valencia", que presetó bajo el lema "Luz...pájaros...sol...". Lo cual evidencia ya un amor por Valencia.
Para cantar, Valencia, tu hermosura,
no empeño el arpa de oro
que Apolo tañe con experta mano;
son el gitarro mor
que el áspero huertano...
Miguel había sido nombrado Comisario Cultura, y no Político, del Quinto Regimiento de milicias del PCE llamado del “Talento” por Pablo de la Torriente en Alcalá de Henares. Por ello sus actividades en la guerra fueron culturales, periodísticas, propagandísticas y de alentar a los soldados en los frentes y retaguardias para levantarles la moral.
El 29 de febrero se encuentra en Valencia, posiblemente para entrevistarse con algún jefe, ¿comandante Carlos?, puesto que aquí fue nombrado jefe del Altavoz del Frente Sur y recibir destino en Jaén (ver Miguel en Andalucía), el 2 de marzo Miguel llegó a Jaén. El 9 de marzo contrae matrimonio con Josefina en Orihuela por lo civil y regresa a Jaén. El comandante Carlos [2] y Miguel coincidirán en el cerco y asalto a la posición de los nacionalista en el Santuario de la Virgen de la Cabeza en Andújar (Jaén). Después pasará a Castuera en el frente de Extremadura.
El 1 de julio de 1937 viaja nuevamente a Valencia para asistir al II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura que fue inaugurado por el Dr. Negrín [3] el 3 de Julio, y clausurado por Antonio Machado, seguramente en Madrid. El congreso se celebró en la Casa de Cultura de la valenciana calle de la Paz 42, hoy en reformas peligrosas, según Juan Emilio Sanchiz. Posiblemente es en esta fecha cuando llevó a Valencia el original de Viento del Pueblo, recopilación de poemas ya publicados en revistas y periódicos [4]. Miguel no intervino directamente sino que aparece en la «Ponencia colectiva» que leyó el secretario Arturo Serrano Plaja. Estaba firmada por un heterogéneo grupo partidarios de la República: Antonio Sánchez Barbudo, Ángel Gaos, Antonio Aparicio, A. Serrano Plaja, Arturo Souto, Emilio Prados, Eduardo Vicente, Juan Gil-Albert, J. Herrera Petere, Lorenzo Varela, Miguel Hernández, Miguel Prieto, Ramón Gaya. Publicada en Hora de España, nº 8, verano de 1937, pág., 88 a la 95. Revista que editaba la Alianza de Intelectuales para la Defensa de la Cultura. Revista mensual que se publicó entre Valencia y Barcelona (en Valencia durante 1937, en Barcelona durante 1938) en plena Guerra Civil. Con sede en Avda. Pablo Iglesias 12. Editada en la Tipografía Moderna. El diario republicano de izquierdas El Mercantil Valenciano, se hizo eco de la noticia en fecha 6 de julio 1937. En la redacción podemos ver a Juan Gil-Albert.
Este II Congreso también es conocido como Internacional de Escritores Antifascistas, programado ante la sublevación militar del 36 donde asistieron intelectuales europeos y americanos, y otros que no pudieron asistir pero se solidarizaron con sendos telegramas como Virginia Wolf, Bertolt Brech, Hemingawy, Louis Aragón. Se celebró en Valencia y Madrid, la recepción de los intelectuales que venían en tren desde París se hizo en Barcelona, nos lo comenta Pablo Neruda en la pág. 143 de Confieso que he vivido, Planeta 1998. (Ver cartel donde vemos un dibujo con Don Quijote en un brazo que nos simula la costa del Levante cuyo autor es Ramón Gaya). Albert Einstein envía un mensaje, donde decía: «Lo único que en las circunstancias que enmarcan nuestra época puede conservar viva la esperanza de tiempos mejores en la lucha heroica del pueblo español por la libertad y la dignidad humana».
El mejicano Octavio Paz y su mujer Elena Garro [5] , conocieron a Miguel durante este Congreso. Paz publicó una semblanza en Letras de México, el 15 de noviembre de 1942:
Lo conocí cantando canciones populares españolas, en 1937. Poesía voz de bajo, un poco cerril, un poco de animal inocente: sonaba a campo, a eco grave repetido por los calles, a piedra cayendo en barranco (…) llevaba la cabeza casi rapada y usaba pantalones de pana y alpargatas: parecía un soldado o un campesino (había sido lo segundo y era lo primero). En aquella sala de un hotel de Valencia llena de humo, de vanidad y, también de pasión verdadera…
Elena Garro publicó en 1992, en Siglo XXI Editores en México, su libro titulado Memorias. España 1937. De este libro se sirvió Ramón Pérez Álvarez para escribir:
El Congreso [II Congreso Intencional] de se marchó a París y nosotros volvimos a Valencia donde encontramos a Miguel Hernández, a quien quise mucho. Se insistía mucho en que lo había educado por un cura [Don Luis Almarcha], de ahí su perfecto latín y su retórica. No olvidaré jamás el corte de su cabello castaño, a cepillo, con un pequeño copete al frente, como peinaban a los niños, ni si voz de bajo profundo […] Lo volví a ver en París cuando estaba allí con León Felipe y Bertuca, dedicado a jugar al futbolito en los cafés del barrio Latino. Miguel volvía de la URSS y su rostro se había vuelto solemne, como si la experiencia soviética lo hubiera marcado.(2003.p.61).
Al Congreso de Valencia también asistió Pablo Neruda, le dio a Miguel alegría verle al que no veía desde el otoño. Miguel permanecerá junto a Pablo los días del Congreso en Valencia, y cuando la comitiva se traslada a Madrid le acompaña a Madrid, a la Casa de las Flores en Argüelles. Comenta Pablo Neruda en Confieso que he vivido, cuando Miguel se presentó vestido de miliciano con el fusil al hombro con una vagoneta para acarrear libros, y Pablo que contestó "No quiero llevarme nada".
Miguel conoció y coincidió en Valencia con la mayoría de los intelectuales de la época, y españoles como Antonio Machado, donde ambos participaron como delegados, ver el trabajo de Francisco Esteve «Antonio Machado y Miguel Hernández: Dos poetas y una misma voz”. Esteve nos habla amplia y documentadamente sobre la relación Machado y Miguel, escribe:
El escrito inglés Stephen Spender, asistente a dicho Congreso, recuerda en sus memorias “Wold within wold” [1951], a algunos de los participantes en este Congreso, dedicando una especial mención al «poeta Machado, absorto en su mundo de valores poéticos puros», y al «joven soldado, poeta de Madrid, Miguel Hernández, de origen campesino y pastor del pueblo de Orihuela». A Hernández se refería este autor inglés, durante su intervención en el Congreso, como el pastor «que ha llegado a ser a la vez un soldado de la civilización y el poeta emocionante y profundamente imaginativo de esta guerra». Asimismo, Antonio Machado y Miguel Hernández firmaron, junto con otros escritores, el Manifiesto de los intelectuales por una gran editorial para la educación de la juventud», publicado en el diario “La hora”, de las JSU, en Valencia, el 29 de agosto de 1937…
Stephen Spender intervino en la sección del día 6 de julio en Valencia, y según la actas, Edición de Manuel Aznar Soler y Luis Mario Schneider, Valencia 1987, dice literalmente: Como Miguel Hernández, el pastor de Málaga (sic), que ha llegado a ser a la vez un soldado de la civilización… [6] .
Durante estos días valenciano concedió una entre vista al poeta y periodista cubano Nicolás Guillén, quien publicó en la revista Mediodía, La Habana, el 25 de octubre de 1937, el artículo «Un poeta en esparteñas», en esta entrevista Miguel hablará de los asuntos de España y de literatura, escribe Guillén:
El otro día almorzamos juntos Miguel, Lanston Hughes y yo en una espaciosa fonda valenciana. Corrió la charla, y fue así como hablamos de la guerra, de la literatura revolucionara, de España, de Pablo de la Torriente, del propio Miguel, de todo. Una de esas conversaciones que van pellizcando temas sin abrirlos de una vez […] –Te quería preguntar hace tiempo –le digo a Miguel- si preparas algún libro. En Cuba –creo que en toda América- conocemos algunas de tus cosas. No hace mucho tiempo, en México, de donde vengo ahora, recité en un teatro tu magnífico romance “Viento del pueblo”, y el público lo acogió con gran ovación inolvidable».
Al final de este artículo escribe Guillén con gran humanidad que, al despedirse de Miguel, le preguntó si tenía hijos, y Miguel le respondió: "-La mitad de uno -contesta campechanamente, mientras corre hacia un tranvía en marcha. Después, nos grita desde la plataforma, haciendo una bocina con sus manos: -Hace seis meses que me casé...".
En julio se sacó una fotografía en bañador, un bañador oscuro y con las manos atrás, donde vemos la empalizada del Balneario "Las Arenas", que todavía existe al norte del Grao de Valencia (La foto se puede ver en el libro Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández.
La descripción completa de las sesiones del II Congreso pueden encontrarse en el libro de Luis-Mario Schneider Inteligencia y guerra civil española. II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas (1973). Barcelona, Laia, 1978.
El 27 de julio se encuentra Miguel otra vez en Valencia, escribe una carta a Josefina, donde le cuenta que va a viajar a Moscú como representante español para el V Festival de Teatro. El Ministerio de Instrucción Pública le designó junto cinco artistas para asistir al V Festival de Teatro Soviético en Moscú.
El 28 de agosto sale de Valencia hacia la Unión Soviética, primero en tren hasta París y luego en aeroplano vía Estocolmo a Moscú, junto a los cinco viajeros de la delegación hispana, según Cano Ballesta, eran: Francisco Martínez Allende (director del teatro popular de Madrid y periodista en «Altavoz del Frente»), Miguel Hernández (poeta y dramaturgo), Casal Chapí , Miguel Prieto Anguita , Gloria Álvarez Santullano (actriz). El director de esta expedición fue Cipriano Rivas Cherif, autor y director teatral y cuñado de Manuel Azaña, aunque Cipriano debió de trasladarse desde Suiza, puesto que en esa época se hallaba de cónsul en Ginebra.
En esta expedición cultural, Hernández, acudía como dramaturgo y no como poeta, como así se lo hizo saber en una carta a Josefina desde Valencia: «...que sirvan de estudios y beneficios del teatro que yo hago en España...»
En septiembre sale publicado en Valencia su libro Viento del Pueblos, publicado por Socorro Rojo, el colofón dice: “Este libro se acabó de imprimir en Valencia en la litografía Dirá en septiembre de 1937”. Recoge composiciones escritas durante un año (Anteriormente poemas de este libro salieron publicados Mediodía, Mono Azul, Hora de España y Nueva Cultura. Según los estudios críticos de Carlos Rovira y Carmen Alemany, los poemas fueron compuestos entre septiembre de 1936 a julio de 1937.
La obra dramática hernandiana ha sido estudiada, entre otros, por Mariano de Paco y Francisco J. Díez de Revenga, en la edición de Cátedra nº 429. Dos de sus obras fueron editadas en Valencia: El labrador de más aire, Madrid-Valencia, Nuestro Pueblo, 1937. Teatro en la guerra (Contiene La cola. El hombrecillo, El refugiado, Los sentados). Madrid-Valencia, Nuestro Pueblo, 1937. Así como por Jesucristo Riquelme.
Cuando le necesitan siempre acude a donde le llaman, en diciembre acude a Valencia se incorpora de nuevo en el Quinto Regimiento, a las órdenes del Comandante Carlos Conteras y a la XXII División de Enrique Líster. El objetivo es el frente de Teruel, un peligroso espolón nacionalista que amenazaba con llegar al Mediterráneo y cortar la comunicación entre Valencia y Cataluña. Josefina Manresa dice que Miguel salió para Valencia el día 6 de diciembre de 1937, estuvo en Barcelona buscando al comandante Carlos, y ambos aparecen en el cerco a Teruel (Recuerdos de la viuda de Miguel, p. 67). en un invierno de nieve y uno de los más fríos del siglo XX.
Otros viajes de Miguel a Valencia durante 1938 y 1939
El 30 de junio de 1938 se encuentra en Valencia.
El 19 de julio, escribe una carta a Josefina desde la Escuela de Oficiales de la VI División en Albalat dels Sorell, al norte de Valencia. De esta época debe ser la creación de su poema «Oficiales de la VI División», incluido en El hombre acecha.
El 26 de julio viaja de nuevo a Valencia para intervenir en el un programa radiofónica del Grupo Cultural Popular. Se le supone adscrito a la Escuela de Oficiales de Sexta División, en esta emisora, Miguel Recitó cuatro poemas: «El niño yuntero», «El sudor», «Canción del esposo soldado» y «Madrid». En el verano del 38 empieza batalla del Ebro acabaría en noviembre con 70.000 muertos. No intervino en ella por cuestiones de salud, no acude a la llamada del comandante Carlos, incorporado en la 11º División de Cataluña.
El 19 de septiembre, aparece en La Hora de Valencia, la crítica musical «Querol y música». En la misma revista del día 25 de octubre aparece la crítica musical «La Sinfonía en el Principal». Ambas firmadas con M. H. Posiblemente en este mes de septiembre, en cuando entrega el original de El hombre acecha a Rafael Pérez Contel, director artístico de la ediciones de la Subsecretaria de propaganda, en el Comisariado del Cuartel General del Grupo de Ejército, en Valencia. Libro que debería tener a setenta y dos páginas.
En la nota 9, de la página XX, introducción de Leopoldo de Luis y Jorge Urrutia a la edición fascímil de la Casona de Tudanca, Santander, 1981, podemos leer:
«Miguel Hernández perteneció a la VI División, encuadrada en el XXII Cuerpo de Ejército y que figuró en el Ejército de Maniobras del Sector de Levante, al menos durante el otoño de 1938. Con papel de esa Unidad escribe, el 22 de septiembre, una carta a los padres de Ramón Sijé (publicada por Vicente Ramos: Miguel Hernández; Madrid: Gredos, 1973, pág.158)». En la que le pedía ayuda económica para Josefina.
El 19 de octubre de 1938 fallece su hijo Manuel Ramón. Lo que le produce un gran dolor y conmoción sentimental, empieza a componer poemas para Cancionero y romanero de ausencias, considera su obra maestra.
El 1 de Diciembre publica en Alicante Versos en la guerra con poemas suyos, de Gabriel Baldrich y Leopoldo Urrutia (Leopoldo de Luis), por el Socorro Rojo Internacional, con prólogo de Carlos Scheneider, con ilustraciones de pintores alicantinos: Manuel Gonzáles Santa, Manuel Albert, Abad Miró…(Ver la revista PERITO (Literario-Artístico) número 2 y 3).
La Navidad del 38 y enero del 39 se encuentra en Cox, junto a Josefina que dará a luz el 4 de enero al segundo hijo del poeta Manuel Miguel.
El 16 de febrero viaja a Valencia, le escribe a Josefina el día 18. Quizás en la fecha que dice Antonio Aparicio [7] que estuvo corrigiendo las pruebas de El hombre acecha. La salida del libro está fijada para marzo de 1939, pero el derrumbamiento de la República no propició su salida. La portada era de Eduardo Vicente, según cuenta Ramón de Garciasol -nombre literario de Miguel Alonso Calvo.
Posiblemente, la última vez que estuviera en Valencia, fue en marzo del 39, sin día por confirmar, para recoger ejemplares de su libro El hombre acecha, pero como no estaba terminado tan sólo pudo llevarse el original Así lo escribe María de Gracia Ifach, en la pág. 235, de su libro Miguel Hernández, rayo que no cesa, Barcelona, Plaza & Janés, 1975, y lo corrobora Jacinto Luis Guereña en su libro Miguel Hernández, Barcelona, Destino, pág.111. [8] . Es posible, que en esta visita a la Tipografía Moderna, Miguel además del original recogiera una “capilla” sin encuadernar que sería la que le regalaría a Juan Guerrero Ruiz, y éste a su vez, años más tarde a José María Cossío, según la hipótesis de Leopoldo de Luis y Jorge Urrutia [9].
Miguel en el frente de Teruel, 1937
Miguel Hernández estuvo en el cerco de Teruel en manos nacionalistas a mediados de diciembre 1937. Dice un verso de su poema «Teruel» que Teruel es como un cadáver sobre el río, llevado por los sones de una victoria inmediata. Pero parecer ser que esto no lo saben diputados ni concejales de cultura turolense, y si lo saben por qué callan, por qué ni promueven una moción para darle una calle, y una comisión investigadora para buscar vestigios hernandiano en el Archivo Municipal. ¿Por qué este inmovilismo? No olvidemos que Miguel estuvo allí en defensa del gobierno legítimo elegido en las urnas. Ya me dijo una chica que en Teruel todavía existen odios y estos temas de la guerra civil es mejor olvidarlos. Sí hay que olvidar los odios pero no se deben olvidar los hechos. Parece ser que en algunos sitios hay miedo a hablar de estos temas, 70 años después del inicio de la guerra civil.
Hay certezas de que nuestro poeta universal estivo pasando frío glaciar en una tienda de campaña en los Altos de Celadas, entró en el pueblo de Concud, que dista 4 kilómetros al norte Teruel, situado a 994 metros de altitud. Posiblemente también en San Blas, dista 6 kilómetros al Oeste de Teruel , situado a una altura de 920 metros. Se duda si entró en Teruel capital el 22 de diciembre.
Teruel no quiere saber nada de Miguel Hernández, cuando, en cambio él sí le dedicó un trágico poema que se titula «Teruel», y además escribió en esas frías tierras turolense «El soldado y la nieve», además pensó en esa tierra cuando compuso «El herido» y «El tren de los heridos» y «El vuelo de los hombres», sobre el valor de los aviadores republicanos, que fueron incluidos en su libro El hombre acecha. Como periodista escribió en Teruel ¡Firmes en nuestros puestos!, y Un año de guerrilla en Galicia (IyII), los publicado en la revista Pasaremos. El primero en el nº 66, órgano del 11º División del Ejército. Extraigo unas frases:
“En las sierras de Teruel, alturas donde se registraron las menores temperaturas de España, los soldados de la 11ª División han observado y observan una conducta de metal inquebrantable. Una semana victoriosa ha sido para ellos esta semana que termina. La nieve, el frió, el viento, el enemigo, se han clavado con intensidad en estos días de diciembre y en estas crudas sierras, dispuestos a devorar las orejas, a cuajar el aliento, a llevarse el calor de estos soldados (…) Y han arrebatado pueblos a los invasores, Concud, San Blas y han hecho posible el cerco de Teruel y han rechazado y rechazan las embestidas de las numerosas fuerzas que presionan para romper el cerco». (pp.124. Crónicas de la guerra de España, Fundación Domingo Malagón, 2005, y anteriormente en 1990 en el libro de María Gómez y Patiño).
El artículo Un año de Guerrilla en Galicia, lo escribió el 11 de diciembre de 1937, posiblemente en Alto de Celadas (Teruel) en conversación con el guerrillero gallego Domingo Mateo que se hallaba en Teruel junto a Santiago Álvarez [10], escribe Miguel:
….Hoy, 11 de diciembre [1937], sentados en una era, quitándonos el frío, en una sierra de Aragón, ante el sol de la mañana, Domingo y yo conversamos. Por la carretera vecina circulan fuerzas de nuestro Ejército, silban, cantando, tosiendo, con los capotes y las mantas apretadas sobre el rostros, y el fusil sobresale detrás de sus cabezas con escarcha y con el sol. (Pasaremos nº 76, 12 de marco de 1938, y 6 de abril de 1938, y p 127, Crónicas de la Guerra de España, Fundación Domingo Malagón).
Santiago Álvarez, confirma la posibilidad de que se entrevistara con Miguel Hernández en Alto de Celadas, antes de entrar en Concud que lo fue nueve días después en la tarde el día 19 de diciembre:
Los demás poetas estaban aquí y hacían un acto, pero el poeta combatiente por excelencia era Miguel […] a ninguna persona se le ocurre estar como a él en un puesto de mando en el Alto de Celadas, donde más nevaba, donde más frío hacía y donde más viento había… (p-352.Ferris. 2002)
En la página 17 del libro La batalla de Teruel, de Tuñón de Lara, se ilustra con una fotografía de Miguel Hernández (a la derecha), según este autor, dirigiéndose a los soldado de la 11º División, pero esta fotografía no está sacada en Teruel sino en Extremadura, posiblemente en Castuera. Varias fotografías de ese día se publicaron en el Frente de Extremadura, el 2 de Julio de 1937. Lamentablemente, no conozco fotos de Miguel en Teruel.
Miguel en el frente de Extremadura.
En un recuadro color rosa del libro La batalla de Teruel, p.17, se recoge un texto que empieza: «En la sierra de Teruel, alturas donde se registran…», que no anota su procedencia, pero le diré a los lectores que pertenece al artículo ¡Firmes en nuestros puestos!
He leído la crónica en El País del 4 de sept, de 2005. «Guerra en el frío polar de Teruel».
En la mañana del día 15 de diciembre, en un clima siberiano, la 11ª División de Líster, en la que combate el poeta Miguel Hernández, consigue romper el frente de los nacionales en las estribaciones del Muletón y a las 10 de la mañana se apodera de Concud. Por su parte, la 25, que ha atacado desde la zona de Villalba Baja, toma San Blas, junto al Turia. La sorpresa para los nacionales es total, en parte porque no esperan que con aquel frío gélido la República se lance al ataque, pero, sobre todo, porque las dos divisiones republicanas no llevan a cabo ninguna preparación artillera del campo enemigo. Pero los ataques son muchas veces inútiles. El 7 de diciembre, la 3ª Compañía de Tanques del capitán Gubanov hace cinco intentos de lanzar un ataque, pero la infantería no le sigue. El Regimiento Internacional de Tanques, compuesto principalmente por voluntarios soviéticos, combate en los sectores más peligrosos del frente. El capitán Tsaplin se comporta como un héroe. Han alcanzado su tanque y le han destrozado una oruga a sólo 50 metros de las trincheras enemigas. Durante ocho horas "resiste en su tanque los feroces ataques del enemigo. Cuando agota sus municiones, inutiliza el tanque, salta y escapa".
El 19 de diciembre nació en Cox su primer hijo Manuel Ramón, se encontraba en el Frente de Teruel y vino a Cox el 24 de eses mismo mes. Ya tenía ejemplares de Viento del pueblo, y 3.000 pesetas que le habían pagado por derechos de autor (Josefina Manresa, p.67).
Miguel como Comisario de la Cultura participará en casi todos los frentes de combate: Extremadura, Jaén, Levante, Batalla de Teruel, viajará a Rusia, escribe sin descanso, en precarias condiciones, bajo las bombas: artículos, poesías, octavillas... Habla por los altavoces a los soldados y campesinos de la zona cautiva en poder de Franco. Habla del objeto de la lucha noble y heroica del pueblo español republicano o de la lucha. En plena contienda publica Viento del Pueblo (1937), el El Hombre acecha no llegó a salir a la calle. Libros de lucha. Poesías de guerra, urgente o de combate, versos que den ánimo a los hombres y mujeres que cada día mueren en los frentes de batalla y en la retaguardia por los bombardeos de los aviones nazis e italianos. Escribe teatro, sin gran pasión, escribe Es preciso matar. para seguir viviendo
Presento algunos fragmentos del poema de Miguel titulado «Teruel», dedicado a Vittorio Vidali. puede leerse completo en la Red. Pertenecen a Poemas Sueltos, V. Obras Completas RBA. 2005. Sin embargo, no lo recojo, completo por que me gusta respetar los derechos de los herederos de Miguel.
TERUEL
Líster, la vida, la cantera, el frío:
tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como un cadáver sobre un río.
…………………………………..
Sobre el cadáver de Teruel te impones,
y el alma en los disparos se te escapa
frente a la nieve y a sus municiones.
…………………………………….
Yo me encontré con este comandante,
bajo la luz de los dinamiteros,
en el camino de Teruel, delante.
La batalla de Teruel
Esta batalla fue durísima y larga, desde mediados de diciembre de 1937 hasta finales de febrero. En durísimas condiciones invernales de 2O grados bajo cero.
Cuando estalló la sublevación militar de julio de 1936, se adhirieron a la rebelión contra la República, la Caja de Reclutas, que era la representación del Ejército, la Guardia Civil y los Guardia de Asalto, detuvieron al alcalde Gregorio Vilatela, los trasladaron a Zaragoza y lo fusilaron. La situación de Teruel sobre un promontorio se semeja mucho Toledo, son dos bastiones rodeados el primero por el Turia y el segundo por el Tajo. El viaducto del Teruel era acceso obligado a al ciudad. Teruel lo defendía el 52 División nacionalista al mano del coronel Domingo Rey d’Harcourd y apoyado por el coronel retirado Barba.
Como la ideas de Franco eran las de atacar Madrid para el día 18 de diciembre, el general del Frente Popular Vicente Rojo Lluch, jefe del EMC republicano quiere adelantarse a esta acción, y moviliza al recién creado Ejército de Levante, al mando de Juan Hernández Saravia, 1.600 caminos y aviación, para contragolpear Teruel, que es como un espolón amenazando Valencia y Castellón, en impedir el cerco nacionalista de la zona centro. Una maniobra de distracción para que no se atacara Madrid. La primeras maniobras dieron comienzo el miércoles 15 de diciembre, 70.000 hombres. Es en esta ofensiva cuando se incorporó Miguel Hernández. Tres cuerpos de Ejercito cercaron la capital de Teruel el XXII, el XVIII y el XX.
El 7 de diciembre, la 3ª Compañía de Tanques del capitán Gubanov hace cinco intentos de lanzar un ataque, pero la infantería no le sigue. El Regimiento Internacional de Tanques, compuesto principalmente por voluntarios soviéticos, al mando del capitán Tsaplin combate en los sectores más peligrosos del frente.
El general Vicente Rojo, mantenía constantemente informado a Indalecio Prieto Tuero que era el Ministro de Defensa, sus teletipos eran sobrios y realistas. La tarde del día 31 de diciembre del 1937, escribe:
Por el lado de la Muela de Teruel el enemigo ha seguido avanzando sobre la plaza estando en sus inmediaciones. Los carabineros suben el lindero que domina el valle y esperamos que resistan […] Me parece que hay nerviosismo en las tropas, los mandos están actuando bien y se han enviado jefes enérgico en las direcciones peligrosas por si fuera necesario contener a la gente.
Este mes de diciembre, Hernández, escribe el siguiente poema:
EL SOLDADO Y LA NIEVE
Diciembre ha congelado sus aliento de dos filos,
y lo resopla desde los cielos congelados,
como una llama seca desarrollada en hilos,
como una larga ruina que ataca a los soldado.
(El hombre acecha. 1939.)
La alusiones al frío, como en los versos:
Ropa para los cuerpos que rechazan callados
los ataques más blancos con los huesos más rotos.
Los movimientos en el teatro de la guerra del XXII Cuerpo de Ejército donde estaba encuadrado Hernández, lo podemos leer en la página 10, del libro La Batalla de Teruel. De Tuñón de Lara:
“El XXII C. de Ejército partió desde Villaba Baja; su 11 División mandada por Líster, cortó la carretera de Zaragoza por el kilómetros 173 y a las cuatro de la tarde era dueño del pueblo de Concud, mientras que su 25 División alcanzaba san Blas una horas después» (p. 10. La batalla de Teruel).
La versión del general José Díaz de Villegas, en su libro Guerra de Liberación, pág. 249, Editorial AHR 1957, Barcelona, escribe:
«… Esta vez el Estado Mayor rojo había concentrado frente a Teruel nada menos que tres Cuerpos de Ejército, de ellos el XII se situó al norte de la plaza; el XVIII, al sur, y el XX sobre la carretera de aquella población a Valencia. Todas estas fuerzas, más apoyadas por 7 escuadrilla de bombardeo y 5 de Levante, y 5 de cazas (...) Guarnecían este sector [Teruel] apenas 2.500 hombres que pronto deberían buscar refugio, ante la magnitud de aquel súbito ataque, en las calles mismas de la población [se calcula que unos 10.000 hombres]. El plan marxista era claro y ambicioso. Se combinaron sobre esta plaza dos ataques simultáneos; uno de norte a sur, lanzado al oeste del valle de Alfambra y otro desde Campillo, dirigido al revés, de sur a norte, para coincidir con el anterior en Concud (...) El 19 se iniciaron, en consecuencia grandes combates al sur de Campillo y a los alrededores de Concud y, en fin, este mismo día los rojos conquistan la posición de la Muela de Teruel…».
La situación era tan tensa que Franco decidió posponer el ataque a Madrid, de alguna forma los republicanos habían logra el objetivo de una maniobra de distracción, momentánea. Había instalado su cuartel general en un tren, cerca de Calatayud, le dio plenos poderes a su coronel Rey D´Harcourt, según al Orden del 23 de diciembre:
…Si algún mando desmaya, debe ser sustituido inmediatamente por el más capaz de sus inferiores inmediatos o por cualquiera de ellos, en caso de que esto sea necesario para prolongar la resistencia. Desde ahora queda usted nombrado comandante de la plaza con toda autoridad.
El 22 de diciembre de 1937 entraron los tanques en la ciudad de Teruel las primera tropas republicanas, los rebeldes a imitación de el Alcázar de Toledo, se refugiaron en los edificios públicos: El Seminario, la Comandancia Militar; Delegación de Haciendo, Hospital de la Asunción, Banco de España, Cuartel Guardia Civil. La contraofensiva no se deja esperar. El general Aranda recupera Concud y San Blas el día 31 de diciembre, queda inmovilizado por la nieve. Y general Varela entra por Campillo. La situación es grave, la batalla se centra a ahora en los barrios de la ciudad, en las calles, cuerpo a cuerpo, han entrado los tanque T-26. El 7 de enero del 38, el coronel nacionalista Rey d´Harcourd, rinde Teruel junto a 1.500 soldado, heridos y civiles, que no fue bien vista esta rendición, y se le acusó de “flaqueza e impericia”. Fue asesinado camino de Cataluña junto al obispo de Teruel sobre 1939, por los que le conducían.
Estimando que después de veinticuatro días de defensa sin recibir ayuda del exterior contra un enemigo muy superior en número y material, perdidas todo las posiciones […] agotadas las provisiones, careciendo de agua, escaseando las municiones, agotadas las bombas de mano, desaparecidas entre los escombros las armas automáticas, con un noventa por cuento de bajas en la oficialidad, perdida la moral de la tropa, entre la que es continua la deserción al campo enemigo, El Gobernador de esta plaza, de acuerdo con los jefes y oficiales que suscriben […] acuerdan la rendición de las posiciones del Hospital de la Asunción, Colegio Sadel y Gobierno Militar en la parte de que aún conservan, con la condición de que sean respetadas las vidas del personal civil.
Miguel que era un chico avispado y despierto le escribió un poema a la «Pasionaria», se publico primero en Sol, el 28 de noviembre de 1937, y el 18 de Julio de 1938 en la revistas Mediodía, y en su libro Viento del Pueblo. En 1918, Dolores Ibarruri, publicó su primer artículo en «El Minero Vizcaíno» y lo firmó con el seudónimo de La Pasionaria. (pp.139-142. 1937)
Recojo algunos versos del poema dedicado a ella.
Sólo los montes pueden sostenerte
grabada estás en tronco sensitivo,
esculpida en el sol de los viñedos.
El minero descubre por oírte y por verte
las sordas galerías del mineral cautivo,
y a través de la tierra les lleva hasta tus dedos.
Leamos un artículo en El País (25-09-2005), sobre la batalla de Teruel.
«A partir de día 22 la artillería republicana, que dispara a cero, machaca los focos de resistencia, aunque más tarde tiene que minar -con la colaboración de Belarmino Tomás [líder minero asturiano], que se encuentra en Teruel- los principales edificios que ocupan Rey d'Harcourt y Barba con sus hombres, como la Comandancia, el Banco de España, el Casino, el convento de Santa Clara y el edificio del Gobierno civil. Cuando éste es ocupado, "una parte de sus defensores se pasó al edificio paredaño, Hotel de Aragón, donde se les persiguió entablándose, como en Santa Clara, una lucha crudelísima. En el Gobierno civil se hicieron algunos prisioneros y se retiraron muchos cadáveres. La mayoría y, desde luego, los niños habían muerto de hambre". El gran fotógrafo Robert Capa sólo escribe un artículo sobre la guerra civil española y precisamente lo hace durante aquellos días en Teruel. Sus palabras sobre la toma del Gobierno civil estremecen: "Más de cincuenta personas, mujeres y niños, en su mayoría cegados por la luz, nos mostraron sus rostros cadavéricos, manchados de sangre y mugre. Llevaban quince días en el subsuelo, viviendo en un terror continuo, alimentados de restos de comida de la guarnición y de algunas sardinas que les tiraban diariamente. Muy pocos tuvieron fuerzas para levantarse; hubo que ayudarlos a salir. Es imposible describir una escena tan penosa".».
Posiblemente el día 22 de diciembre Miguel Hernández, según Josefina, estuvo en la toma de Teruel. Aunque no parece del todo posible, que el día 22 hicieron primeros blindados y la 40º División de Carabineros al mando de Andrés Nieto. El día 23 al enterarse del nacimiento de su primogénito sale para Cox a ver a su hijo, le traen en coche. Trajo 25 ejemplares de Viento del pueblo, poesía de guerra y 3.000 pesetas de derecho de autor. Prólogo del lingüista Tomás Navarro Tomás y todos de María (Tina Modotti)
Debía estar muy considerado por el comandante Carlos cuando en plena contienda le dejó partir para Cox a ver su hijo Miguel Ramón (fallecio diez meses después el 19 de octubre del 38).
Josefina Manresa, nos relata en la página 67 de su libro Recuerdos de la viuda de Miguel, lo siguiente:
« El día 6 de diciembre de 1937 se marchó a Valencia a llevarle unos trabajos, que hizo en los días que estuvo junto a mí [posiblemente la obra de teatro “Pastor de la muerte” concluido el 27 de noviembre], al Comandante Carlos y éste no estaba allí. Miguel me había dicho que tardaría tres días en venir y se marchó a Barcelona en su busca y allí lo encontró y marchó a Teruel donde presenció la toma de esta capital. Pasó allí más tiempo del previsto para poder estar aquí para el nacimiento de su hijo [Manuel Ramón]. Yo estaba muy preocupada, porque durante ese tiempo no me llegó a escribir. El niño nació el 19 de diciembre, y él vino el 24…»
El poema "El vuelo de los hombres" está dedicado a los aviadores republicanos en la contienda de Teruel. En esta batalla hubieron ataques aéreos por las dos partes, entre los Fiat CR-32 , los Messerchitt BG 109, lo Breguet XIX de los nacionalistas, y los Pilokarpov I-15 e I-16 republicanos, soviéticos construidos en Cataluña.
EL VUELO DE LOS HOMBRES
Sobre la piel del cielo, sobre sus precipicios,
se remontan los hombres. ¿Quién ha impulsado el vuelo?
Sonoros, derramados en aéreos ejercicios,
raptan la piel del cielo.
Los últimos versos nos lo confirman que están dedicados a aviadores republicanos:
Si ardéis, si eso es posible, poseedores del fuego,
No dejaréis ceniza por rastro, sino gloria.
(Fragmento)
Otros poemas, si no escritos en Teruel, sí escrito con el recuerdo e inspiración de la guerra de esta sangrienta batalla, son «El Herido» y «El tren de los heridos».
EL HERIDO
Retoñaran aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
(Fragmento)
El simbolismo de estos versos ya valen un Parnaso poético, es el aliento que el poeta da a los heridos para que se animen a sanar, a los que semeja con los árboles talados, heridos, que rebrotarán, una vez pasado el otoño ese mal momento.
EL TREN DE LOS HERIDOS
Van derramando piernas, brazos, ojos.
Van arrojando por el tren pedazos.
Pasan dejando rastros de amargura,
otra vía láctea de estelares miembros.
Silencio.
(Framento)
En este poma el poeta pide silencio, nos lo repetirá hasta 9 veces, entre poema y poema va repitiendo o bordón Silencio. Quizás para que con respeto nos detengamos a contemplar la tétrica escena guerrera y brutal de un tren lleno de moribundos, tren que no puede detenerse por lo delicado de su carga: heridos republicanos, seguramente en el frente de Teruel. El primer verso contiene una epanadiplosis silencio que naufraga en el silencio, para llamar la atención del lector. Las imágenes de este poema son verdaderamente estremecedoras, poesía de guerra y de combate como sólo Miguel sabía sentir y componer. Otros poemas de guerra se titulan: "Canción de la ametralladoras", "Las puertas de Madrid", "La guerra, madre", "Canto de independencia"
El 5 de enero, el general Yagüe con tres divisiones rompía el frente republicano entre Corbatón y Pancrudo. El 22 de febrero entran los nacionalista otra vez en Teruel con los generales Aranda y Yagüe. El 17 de enero de 1938 se reinicia la ofensiva nacionalista, apoyados por ataques y la aviación, recuperan Caudé, La Masía de Chantrel, los espolones del Muletón. El 25 de enero “El Campesino” y la Brigadas Internacionales (Thaelman, Lincoln) intentan recuperarlos pero fracasan. Se aproxima la llamada batalla de Alfambra, al norte de Teruel, en esta batalla hubo, según el general Díaz de Villegas, 16.298 prisioneros y 9.753 muertos republicanos, les achaca estas bajas a la falta de preparación militar por parte de los milicianos, y una retira desordenada. 22 de Febrero de 1938, Martes, ante la posibilidad de verse preso Valentín González “El Campesino” abandona la ciudad en desbandada abriéndose paso por el cauce del río Turia con granadas de mano y dejando atrás a unos 1.500 hombres. Se había perdido Teruel. El genera Vicente Rojo se quejaba de la falta de cuadros de mando militarmente preparados.
El escritor Max Aub, describió Campo de sangre, con algunos rasgos vividos en Teruel. Había regresado a España en agosto de 1937 ocupó el puesto de secretario del Consejo Nacional del Teatro, y desde el verano de 1938 hasta su salida del país colabora con André Marraux en la realización de Sierra de Teruel, adaptación cinematográfica de la novela L'espoir del escritor francés.
Buscando Miguel Hernández en Teruel
Los días 18 y 20 se septiembre de este año (2006), hemos visitado la ciudad de Teruel (mi mujer y yo) y pueblos de alrededores buscando vestigios de Miguel Hernández. La tarde del 18 estuve en la plaza de la Catedral donde se alza el Ayuntamiento donde nos dieron un plano turístico para poder orientarnos en el entramado de calles de Teruel, aunque la verdad todas la calles del casco viejo convergen en la Plaza del Torico. La mañana del 19 fuimos a Albarracín y pasé por Concud, situado en la N-234 a la altura del kilómetro 123 dirección Zaragoza. Es un pequeño pueblo en el valle del río Madre, al refugio de montañas, donde se pueden ver cuevas, la iglesia se dedica a San Martín de Tous, de altos paños con contrafuertes. Allí nada hay que haga referencias a Miguel y su paso por esta villa. En el callejero de Teruel no hay ninguna calle con el nombre del poeta oriolano. ¿Por qué? Estos son los casos que a uno le extrañan, 70 años después del inicio de la famosa y sangrienta batalla de Teruel no adoptar a un poeta universal para incluirlos en sus planes culturales, me parece, incluso, negligente. No siguen la iniciativa de Soria que adoptó a Antonio Machado, también era republicano de izquierdas, a Gerardo Diego y Gustavo Adolfo Bécquer.
Miguel escribió unos sonetos en el Ciclo del Silbo Vulnerado, que no se editó en libro, el soneto "PRIMAVERA-ruinosa". En el primer terceto escribe:
Pastores de Teruel, ¿Qué vais buscando
hierba en vuestros montes no encontradas?
Tampoco aquí las hay: ¡mira mi otero!
(Obras Completas pág. 452)
Por las tardes del día 19, estuvimos paseando por la Plaza del Torico y su alrededores, la Catedral con su artesonado mudéjar, que una bomba en la guerra echó parte de él abajo, según nos contó la guía. Magníficas, artísticas, deslumbrantes torres mudéjares como amigas fortificaciones del pasado. La plaza está vallada por obras de remodelación. El Torico es un bronce querido de un novillo bravo sobre una columna de piedra blanca que tiene su base sobre un pedestal que forma una fuente de cuatro caños que fue inaugurado en 1935 en las fiesta de San Fernando. La plaza es cosmopolita con bares, kioscos, Caja Rural y la Librería Senda-Perruca en el núm. 17, pero no había nada que me interesara: libro de Miguel Hernández. Entramos por al calle Hartzenbusch, en honor a este madrileño que escribiera Los amantes de y Teruel en 1836 (Diego e Isabel de Segura), maravillosa historia de amor medieval que entra más en el campo de la leyenda y el mito que en una realidad social, se remonta al siglo XIII. Las momias de los amantes fueron descubiertas en 1555, hoy se pueden ver en una urna bajo una bellísima escultura de dos figuras enlazadas por vivas manos del escultor que las escupiera a beso de cincel: Juan a Ávalos. Cada año, desde 1997, los turolenses dramatizan una representación en vivo cada 14 de febrero, Día de los Enamorados, que es digna de ver, al menos yo vi los vídeos de años anteriores en el Mausoleo.
Subimos las escaleras de la calle de Juan Eugenio y, arriba a la derecha de la iglesia entramos en el nuevo mausoleo y museo multimedia de Los Amantes de Teruel. Después de verlos y oírlos con detenimiento y admirar los cuadros, uno de ello copia del que se halla en el Museo del Prado del pintor valenciano Muñoz Degraín, bajamos a la tiende de souvenir y compré el libro La batalla de Teruel, mantuve una oportuna conversación con una chica natural de Teruel, cuyo nombre no recuerdo que, me dijo que cuando se cumplieron los 50 años de la muerte de Miguel, 1992, en el Museo Provincial de Teruel, se organizado una exposición.
Inmediatamente me trasladé al Museo Provincial que está en la plaza Fray Anselmo Polanco, en el edificio que se llama Casa de la Comunidad. Eran ya las 8 de la tarde, y estaban cerrando. Había una muestra del hombre prehistórico sobre “Atapuerta y la evolución humana”. De haber podido entrar, hubiera ido hasta Administración para preguntar sobre esa exposición hernandiana en 1992, pero me quedé con las ganas. He escrito un correo electrónico al Museo, espero información.
Como no tenía noticias por de este evento envié un correo electrónico el 28 de septiembre a la Redacción del Diario de Teruel, para que se buscara esta noticia en 1992, y aquí está el correo electrónico de fecha 24 de septiembre de 2006 que les mandé. Decía:
Diario de Teruel. Responsable de la Hemeroteca:
Hace unos días estuve en Teruel, y encontré algunos libros y datos para escribir un artículo sobre el poeta Miguel Hernández en la batalla de Teruel. Me enteré y no sé si es cierto que a Miguel Hernández se le hizo un homenaje en Teruel, en el Museo Provincial en 1992, con motivo del 50 aniversario de su muerte. ¿Podría decirme si esta noticia? es cierta y si es así mandarme los datos que figuren en le hemeroteca de ese "Diario de Teruel", se debió hacer eco de la noticia.
Siempre es importante vincular a un poeta universal con una ciudad, como ocurre, por ejemplo. con Soria y Antonio Machado.
Gracias. Ramón Fernandez Palmeral
Aquí le envío artículos hernandianos.
Contestación del Diario de Teruel de fecha 28 de septiembre 2006:
Diario de Teruel no tiene la hemeroteca digitalizada, por lo que para encontrar los datos que usted nos solicita, deberíamos hacerlo manualmente consultando diario tras diario todas las fechas próximas a la que usted nos pide la documentación.
Debido a que en nuestra plantilla no hay una persona dedicada en exclusiva a la hemeroteca no nos es posible ayudarle en la búsqueda de la información.
Si desea buscar usted dicha noticia puede venir a nuestra redacción y consultar dichos diarios cuando lo desee durante el tiempo que sea necesario.
Yo no podía ir a Teruel otra vez porque resido en Alicante. No obstante, como esta carta tiene mucho de anécdota y desinterés mostrado en Teruel por Miguel Hernández, lo he trascrito. Lo cierto es que Ricardo Eced Sánchez era alcalde de Teruel en 1992 del PAR, antes de la UCD.
Lo verdaderamente interesante es que encontré el libro ilustrado de La batalla de Teruel de Tuñón de Lara, cuyos datos anoto en la bibliografía consultada.
Rastreando en Internet encuentro con la siguiente noticia: "El Centro de Educación de Personas Adultas Isabel de Segura, de Teruel ha obtenido el primer premio “Miguel Hernández” de la edición 2005, por un proyecto que presenta 18 acciones de alfabetización, especialmente diseñado para inmigrantes, etnia gitana y población reclusa, además de programas de apoyo en la inserción laboral, desarrollo personal y estimular el conocimiento de la cultura, costumbres, gastronomía y folclore. Yolanda Casaus, diputada por Teruel y secretaria de la Comisión de Educación del Congreso, entrega el primer premio". Dichos premios son convocados anualmente por la Secretaría de Estado de Educación y Universidades, Ministerio del Cultura.
Conclusiones
La ciudad Valencia dedicó una plaza que se llama Poeta Miguel Hernández, cerca del casco viejo. Teruel, la ciudadela de los ibéricos amantes jamones, se ha olvidado de Miguel Hernández, quizás por desconocimiento de sus vínculos con Miguel. Esperemos que en este próximo I Centenario del nacimiento de Miguel (2010), los turolenses no se queden atrás, si tenemos en cuenta que su alcaldesa Lucía Gómez García pertenece al grupo socialista, y no caben peros que valgan. Es necesario un recuerdo para Miguel, no con intenciones turísticas tan vanales, sino por reconocimiento propio y palanca cultural. Hay que entender que Miguel es un poeta del pueblo, icono de clases desfavorecidas y de las obras sociales. Y los únicos que pueden promoverlo son las asociaciones culturales, las asociaciones de vecinos, etc... Aquí queda la propuesta.
NOTAS
[1] La nueva Junta de Defensa de Madrid fue presidida por el general José Miaja dispuesto a resistir, fue lo que cambió el signo de la guerra o, más exactamente, lo que convirtió la conquista de Madrid en elemento de un golpe de Estado triunfante en provincias en objetivo final de una larga guerra de desgaste. Miaja se preparó para una defensa encarnizada y desesperada en las calles de la capital. En octubre vino ayuda en barco a los puertos republicanos, enviada por Moscú. Recordemos que era Consejero de Orden Público: Santiago Carrillo, de las Juventudes Socialistas Unificadas. El 20 de noviembre de 1936, murió Buenaventura Durruti Dumange dirigente de la FAI, combatían en la Ciudad Universitaria de Madrid. Otro famoso personaje muerto fue el periodista cubano Pablo de la Torriente Brau el 19 de diciembre en el primer año de la guerra en la batalla de Majadahonda.
[2] El Comandante Carlos pertenecía al partido comunista italiano se llama Vittorio Vidali (1900-1983), era un agente stalinista. Organizó junto a Enrique Castro (primer jefe que tuvo el 5º Regimiento), Barbado, Heredia; algunos miembros del Partido Comunista, «Pasionaria», José Díaz y Francisco Antón, el Quinto Regimiento (milicias del PCE). Poco después fue comisario político en las Brigadas Internacionales soviéticas siendo un activo organizador de las mismas; su pareja era María-Tina Modotti conocida en España con el seudónimo de María Ruiz, directora del Socorro Rojo Internacional y agente del GPU (Policía política de la URSS). La República le facilitó pasaporte con el nombre de Carlos Contreras, profesor de historia, por el cual también fue conocido y que usó en el exilio. Tanto el comandante Carlos como Enrique Líster se valieron de Miguel todo lo que pudieron, hasta exprimirlo, hasta agotarlo, hasta que enfermó en el octubre del 1938, agravado por la depresión a causa de la muerte de su hijo Miguel Ramón y tuvo que ser ingresado en Benicasim por 20 días. De haber estado sano lo hubiéramos visto, incluso, en la batalla del Ebro.
[3] Inicio del discurso. «Señoras, señores, camaradas, mis queridos amigos: os doy la bienvenida en nombre de España. En este momento difícil por que atravesamos, el más trágico de nuestra historia, hemos venido a celebrar el congreso en nuestro país. Durante los días que permanezcáis aquí os encontrareis con las pruebas excepcionales de la tragedia por la que atraviesa España. Yo no quiero preveniros, no quiero llevar prejuicio alguno a vuestro ánimo; prefiero que examinéis vosotros mismos las cosas que vais a ver».
[4] Tanto Juan Cano Ballesta como Carlos Rovira y Carmen Alemany anotan que Viento del pueblo se escribió entre septiembre de 1936 y julio de 1937. El primer poema publicado es «Sentado sobre los muertos», en El Mono Azul, 24-09-1936 y el último «Euskadi», publicado en La voz del Combatiente, 201, 20-VI-1937. Por ello debido a la popularidad de estos poemas, Socorro Rojo, decidió publicarlo con prólogo del filósofo Tomás Navarro Tomás, que había sido discípulo de Menéndez Pidal, académico de la Lengua en 1935, se exilió a los Estados Unidos, murió en 1970. Tomás se encontraba en valencia porque los intelectuales madrileños salieron el 24 de noviembre, puesto que hay una fotografía del 23 de noviembre publicada en Milicia Popular, del 5º Regimiento que dirigía Vittorio Vidali y como tipógrafo Benigno Rodríguez. Con este grupo partió Antonio Machado, Pío del Río Hortega, Rafael Alberti…
[5] Elena y Garro tenía 16 años cuando se casó con Octavio Paz en París, había nacido en Puebla (México) en 1920.
[6] Cita que tomo de la p. 31 de la Introducción al Viento del Pueblo de Carlos Rovira y Carmen Alemany. Ed. La Torre. 1992.
[7] Antonio Aparicio, poeta sevillano y amigo de Miguel, "El rayo que no cesa", Revista de Guatemala, número 6. 1953
[8] En abril de 1939, terminado de imprimir en Valencia El hombre acecha aún sin encuadernar, en la Tipografía Moderna de la calle Avellanas nº 9 de Valencia. Una comisión depuradora franquista presidida por Joaquín de Entrambasaguas ordena la destrucción de los 50000 ejemplares tirados; pero dos “capillas” salvados, una en poder de José María Cossío, permitirán reeditar el libro en 1981. Por el contrario, el erudito Antonio Rodríguez-Moñino sufre expediente de depuración por haber salvado el patrimonio bibliográfico de la guerra civil en la Biblioteca Nacional y es despojado de su cátedra e inhabilitado para la enseñanza durante veinte años. Por paradojas de la vida Entrambasaguas asumió de forma interina la Cátedra de Historia de la Lengua Castellana de la Facultad de Filosofía y Letras en la «Universidad de Madrid», y fue nombrado titular el 20 de marzo de 1946. Este libro iba a llevar una portada de Eduardo Vicente de la que nada se sabe, como bien apunta Mario Crespo en su artículo «Miguel Hernández y José María Cossío», con el que ganó el Premio Internacional de Periodismo M. H. de Orihuela, 2005.
[9] Leer detalles en las páginas 40 - 43, El hombre acecha como eje de la poesía de guerra, Ramón Fernández Palmeral, Editorial Palmeral, 2004, y en la Introducción al facsímil de 1978 y 1981 de la Casona de Tudanca.
[10] Santigo Álvarez (1913-2002). Comisario Político del 5º Regimiento, en las Milicias Gallegas, y después en diversas Unidades del Ejército Popular, participó en la defensa de Madrid, en Teruel, Belchite y Ebro. Autor de amplia labor periodística y memorialística. Se exilio en Cuva, regresó 1944 y fue escarcelado por 10 años. Ver nota necrológica. Concedió una entrevista a María Gómez y Patiño donde habla sobre la amistad con Miguel.
[11] Este húngaro universal nacido en Budapest en 1913 y cuyo verdadero nombre era André Friedmann vino a España en compañía de la alemana Grenda Taro en Agosto de 1936 para realizar un reportaje para la prestigiosa revista francesa Vu. Grenda falleció trágicamente arrollada por un tanque el 25 de Julio de 1937 en Brunete, desconsolado Capa marchó a China a realizar reportajes, volviendo nuevamente a España para cubrir la toma de Teruel, la despedida de las Brigadas Internacionales y la caída de Barcelona. Este húngaro universal nacido en Budapest en 1913 y cuyo verdadero nombre era André Friedmann vino a España en compañía de la alemana Grenda Taro en Agosto de 1936 para realizar un reportaje para la prestigiosa revista francesa Vu. Grenda falleció trágicamente arrollada por un tanque el 25 de Julio de 1937 en Brunete, desconsolado Capa marchó a China a realizar reportajes, volviendo nuevamente a España para cubrir la toma de Teruel, la despedida de las Brigadas Internacionales y la caída de Barcelona.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
-CANO BALLESTA, Juan.: El hombre y su poesía, Cátedra. Nº 2. Madrid, 1991.
-GÓMEZ Y PATIÑO, María.: Propaganda poética en Miguel Hernández. Un análisis de su discurso periodístico y político (1936-
1939). Prólogo de Miguel Roiz. Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, Alicante, 1990.
-FERNÁNDEZ PALMERAL, Ramón.: El hombre acecha como eje de la poesía de guerra, Editorial Palmeral, Alicante, 2004.
-FERRIS, José Luis.: Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta, Temas de Hoy, biografías, Madrid, 2002.
-FERRIS, José Luis.- Miguel Hernández. Antología poética. Colección Austral 487, Madrid. 2000.
-DE LUIS, Leopoldo y URRUTIA, Jorge.: El hombre acecha-Cancionero y romancero de Ausencias. Cátedra. Letras Hispánicas.
1998.
-HERNÁNDEZ, Miguel.: El hombre acecha. Facsímil de la primera Edición de 1939. Ediciones de la Casona de Tudanca.
Santander. 1978 y 1981. con introducción y notas de Leopoldo de Luis y Jorge Urrutia. Con una
desafortunada portada del pintor cántabro Eduardo Sanz.
----------------.: Viento del Pueblo, Socorro Rojo Internacional, Valencia, 1937. Edición facsímil de José Carlos Rovira
y Carmen Alemany Bay, Ediciones de la Torre.
----------------.: Crónica de la guerra de España, prólogo de Ramón Serrano Balash, introducción de Javier Ruiz, Fundación
Domingo Malagón edición, Barcelona, diciembre 2005.
-----------------.: Obras Completas. RBA.2005. Introducción y notas: Agustín, Sánchez Vida, José Carlos Rovisa, Carmen Alemany.
-----------------.: Miguel Hernández. Poemas sociales de guerra y de muerte. Notas de Leopoldo de Luis, Alianza Editorial, 655, 1977.
-MANRESA, Josefina.: Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández, Editorial de la Torre, Madrid, 1980.
-ONTAÑON, Eduardo de.: Viaje y aventura de los escritores. "Evocaciones de Miguel Hernández". Minerva México. DF.
-PÉREZ ÁLVAREZ, Ramón.: Hacia Miguel Hernández. Fundación Cultural Miguel Hernández. Ediciones Empireuma. 2003
-RIQUELME, Jesucristo.: Antología comentada (II, Prosa). Editorial de la Torre, Madrid. 2002
-TUÑON DE LARA, Manuel.: La batalla de Teruel, Cartillas Turolenses. Excm. Diputación provincial de Teruel. 1986.
Nota.- Quiero agradecer a mi amigo Gaspar Peral Baeza sus apuntes y observaciones para completar este artículo.
Alicante, Octubre 2006
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domingo, 12 de diciembre de 2010
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