Zapatero pierde liderazgo

"La Gaceta" del 5 de diciembre se pregunta:

"¿Por qué no firma el Decreto del sábado el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, como firmó el del viernes que otorga al Ejército la dirección del control aéreo de la aviación civil? No es posible que haciendo comerse el marrón, como se suele decir, a Jáuregui, Zapatero crea que alguien pueda pensar que él no tenía nada que ver. Demasiada idiocia para una persona sola. Tiene que ser por otra razón. Pero, ¿cuál? ¿Reservar para el presidente la declaración de estado de excepción? Es verdad que nada está tan mal que no pueda empeorar, pero a pesar de todo ésta parece una hipótesis poco verosímil. ¿Quemar a Jáuregui, por si alguien entre los socialistas pudiera pensar que sería un buen recambio para Zapatero? Esto ya empieza a ser más creíble, si tenemos en cuenta la tendencia acrisolada de Rodríguez de sembrar de sal sus alrededores."

Posiblemente porque se fue de vacaciones de puente, porque así debía tenerlo previsto: descansar. Y la familia no tenía el por qué quedarse en Madrid.
Si no estuvo en la cumbre Iberoamericana, si no se le vio en la televisión dando explicaciones ante un grave cierre del espacio aéreo español por la huelga salvaje de los controladores aéreos, y la implantación del estado de alarma, Zapatero ha perdido liderazgo político y lo ha dejado en manos de Rubalcaba, el hombre fuerte.

En las última comparecencias se le ven los zarpados hinchados, tanto a Zapatero como a Rubalcaba, esto es de no dormir, de las preocupaciones, por las deciciones de gran caladado que ha tenido que tomar, por los problemas de crebilidad que tiene España y gordas. No creo que Zapatero quiera someterse a esta tortura de gobernar durante 4 años más en tiempos de crisis y abucheos públicos.

A Zapatero le ha costado aprender cuales son las consecuencias de una sentada al paso de la bandera de los EE.UU., le perjudicó más que la salida de las tropas de Irak. Veamos lo que decía el embajador Salomont en los papeles "podridos" de Wikileaks:

"Zapatero se ha enfrentado a un tortuoso aprendizaje de la política exterior, pero ha desarrollado una amplia visión estratégica para detectar las consecuencias en las interrelaciones y la causa/efecto de las acciones de su Gobierno. Hoy está bien informado de los temas. Es brillante y consigue lo mejor incluso de los detractores que le minusvaloran".